Este fin de semana se completó con éxito el traslado de la chimenea de Massó en Bueu. Para algunos fue incluso una sorpresa ya que en la mayoría de bares y cafeterías de la localidad las apuestas apuntaban a que la estructura no aguantaría. Pero para Manuel Castillo -ingeniero de Bético Galaica- y Marcial de la Fuente -director técnico de Consulting Tecnor- no fue ninguna sorpresa sino el resultado de un trabajo técnico impecable.

- El proyecto de traslado era de gran complejidad técnica, ¿por qué decidieron aceptar la oferta?

- Fuimos conscientes de lo difícil que era pero trasladar esta chimenea suponía un reto ya que es un tipo de obra que no se había hecho hasta ahora. Lo más fácil sería derribarla o hacerla de nuevo pero a nosotros nos parecía interesante hacerlo así. También abre una vía de futuro para otros casos en los que haya que trasladar otro tipo de monumentos.

- Primero se planteó la opción de cortarla en varios trozos pero ustedes decidieron trasladarla de una pieza.

- Analizamos todas las posibilidades pero esa opción la eliminamos ya de entrada. La chimenea estaba bastante deteriorada por las fisuras que presenta y pensamos que si se hacían más cortes el traslado sería casi imposible. Después de estudiar el resto de posibilidades decidimos colocar a su alrededor una estructura metálica aportada por la empresa Corwell.

- Una vez elegido el sistema, ¿qué otros aspectos hubo que valorar?

-Al principio no sabíamos si cogerla desde arriba o desde abajo. Como se pudo comprobar, al final decidimos colocar el punto de tiro en la parte de arriba para que el centro de gravedad de la chimenea siempre estuviese por debajo. De este modo se evitó que oscilase durante el traslado. Otro acierto fue el corte de la base, que se realizó de manera rápida y limpia gracias al hilo de diamante.

- En los estudios previos también se decantaron por no rellenar su interior, que era otra de las posibilidades apuntadas para evitar su desplome.

-La descartamos porque el interior de la chimenea funciona como una bóveda y es muy difícil que se deforme. El problema podía surgir si se abría pero para ello colocamos a su alrededor una serie de anillos metálicos, que además en su parte interior estaban recubiertos por una banda de neopreno para amortiguar el contacto entre acero y ladrillo.

- ¿Cuándo se retirará la "jaula" metálica que la rodea?

-Se podría quitar mañana mismo pero la empresa que está ejecutando los muros pantalla dentro del ámbito de la urbanización nos pidió que la mantengamos mientras trabajan a su alrededor. Así estará segura y las vibraciones no le afectarán.

- ¿En algún momento tuvieron dudas sobre el éxito final del proyecto?

-Técnicamente el trabajo era perfecto y el margen de seguridad muy alto. Pero eso no evita que puedan ocurrir imprevistos, como el que pasó con la grúa auxiliar. Pero también hay que decir que a pesar de que la chimenea tenía fisuras en algunas partes su estabilidad es buena. Ya no vale para su función original porque no soportaría la presión del calor que provocó esas fisuras pero si que es válida como monumento.

-¿Tienen constancia de otros trabajos de este estilo?

-De una obra así no; hay casos de traslado capillas pero antes se desmontaban. Con esto se demuestra que existe una alternativa para el traslado de monumentos sin tener que cortarlos o desmontarlos.