Desde la noche del miércoles muchos conductores recorren ya el tramo cangués de la vía rápida, que entró en servicio coincidiendo con el relevo en el gobierno de la Xunta. Los que optan por la nueva vía tienen así la posibilidad de desplazarse desde Cangas hasta A Portela, el polígono empresarial de Castiñeiras o Aldán y viceversa recorriendo apenas nueve kilómetros de recién estrenado asfalto.

La apertura del corredor no estuvo sin embargo exenta de polémica, dado que un grupo de representantes de los colectivos vecinales impidieron el miércoles la circulación desde la nueva rotonda de la Costa do Cuco en señal de protesta, lo que obligó a la Guardia Civil a cerrar el vial al tráfico por espacio de dos horas. Entrada la noche, el tráfico se restablecía y ganaba en intensidad jornada a jornada.

La entrada en servicio de un tramo de la vía rápida ha permitido descongestionar el centro del municipio cangués, según pudo constatar la Policía Local en los primeros días de funcionamiento de la vía. La situación mejoró considerablemente al desviarse los vehículos pesados y el tráfico hacia las playas por el corredor.

El viernes, día de mercadillo, las retenciones se redujeron notablemente, una mejoría que continuó ayer sábado, según aseguraron desde la Policía Local. "En mis años como profesional no recordaba un sábado de agosto con tan poco tráfico en el centro de Cangas", afirmó ayer el responsable del cuerpo municipal, José Luis Domínguez, quien destacó los beneficios del nuevo vial.