Subida de precios

La inflación marca el inicio del ramadán en Marruecos: "No queda otra que subir el precio"

La guerra en Ucrania y la sequía provocan el encarecimiento de muchos productos básicos | Los marroquíes lamentan que esto repercute en la celebración del mes santo

La inflación marca el inicio del ramadán en Marruecos: "No queda otra que subir el precio".

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MARC FERRÀ

Marc Ferrà

La inflación ya se ha convertido en parte del ramadán. Por segundo año consecutivo, los marroquíes arrancan este mes del calendario musulmán con la mirada puesta en el bolsillo. Muchas conversaciones también quedan acaparadas por lo que se han incrementado los productos básicos: "Ahora mismo, la leche es lo que más ha subido", comenta un joven sentado en un café. Al contexto global, marcado por la guerra en Ucrania, se suma la sequía que hace tres años que arrastra el país magrebí.

En el mercado central de Rabat abundan las personas que ultiman las compras para preparar la ruptura del ayuno para cuando se ponga el sol. El tomate es uno de los productos más demandados, ya que es la base para preparar la 'harira', una sopa con garbanzos y carne muy popular en el país. El kilo está a 12 dirhams (1,20 euros), más caro de lo habitual. El pescado también es uno de los productos favoritos para este momento del año. Fehd, propietario de un puesto, explica que este es el mes que más venden. "Hay mucha demanda, en ramadán los precios siempre suben, pero especialmente este año, también por el aumento del precio del combustibleNosotros ya compramos caro a los intermediarios y no queda otra que subir el precio", lamenta.

Un puesto de dátiles en la Medina de Rabat, durante los preparativos para el ramadán.

Un puesto de dátiles en la Medina de Rabat, durante los preparativos para el ramadán. / MARC FERRÀ

Este año, el kilo de dátiles también se ha incrementado un euro aproximadamente y la producción ha bajado cerca de un 20% por la falta de lluvia, aunque en algunas tiendas de la medina de Rabat explican que no han notado este aumento y que el precio se ha mantenido. "Tenemos dátiles marroquíes, pero también de Argelia, Túnez o Arabia Saudí", explica Zakaria, propietario de una pequeña tienda en la calle principal de la medina de Rabat. Es uno de los productos que no puede faltar en la mesa de ramadán, se calcula que cada marroquí consume, de media, más de tres kilos de dátiles al año. "Nos da la energía para aguantar todo el día. Normalmente, rompemos el ayuno con los dátiles", explica el vendedor.

"Este ramadán va a ser un poco diferente. La leche, los tomates o dátiles, que son muy consumidos, se han encarecido mucho", relata Youssef, un joven que vive en la ciudad. "Nunca he visto que la cebolla cueste 15 dirhams (euro y medio) el kilo, por esto este año es único". Incluso apunta que en muchas casas han recortado los gastos para la mesa del 'iftar', la comida con la que se rompe el ayuno tras la puesta de sol. Es un momento especial, que se suele compartir con familia y amigos, explica. 

Limitación de las exportaciones

El IPC interanual se incrementó casi un 9% este mes de enero, una cifra que en los productos alimentarios alcanzó el 16,8%, según datos del Alto Comisionado de Planificación. Para frenar los precios, el Gobierno marroquí ha limitado las exportaciones de frutas y verduras fuera de sus fronteras, aunque esta medida también ha provocado el malestar de los agricultores de la zona de Agadir, al sur del país. 

Según el digital Le360, esta semana los propietarios de explotaciones agrícolas se reunieron con el Ministerio de Agricultura para protestar contra esta decisión, lamentan que les está ocasionando pérdidas porque el precio de venta está por debajo del de producción. También defienden que se habían comprometido a mantener un equilibrio entre lo que venden en Marruecos y lo que exportan para "preservar el poder adquisitivo de los ciudadanos".

Mohamed, del Frente Social Marroquí, una plataforma que ha organizado varias protestas estos últimos meses, explica que los marroquíes viven a día de hoy un encarecimiento de la vida excepcional: "Nunca hemos vivido esto. Los productos agrícolas que se producen en Marruecos se venden a Europa más baratos que en los mercados marroquíes". Este activista relata que las verduras o el pescado pasa por tres o cuatro intermediarios antes de llegar al mercado y lamenta que no exista una ley que regule esta especulación. "Finalmente, son los ciudadanos los que pagan el precio más alto", explica.

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