Sus cuerpos, tapados con sábanas ensangrentadas que solo dejan ver alguna mano y algún pie, y sus maletas, a su lado como fieles animales que no se separan del dueño ni en los peores momentos, fueron fotografiados en la localidad de Irpin, en Ucrania, duramente bombardeada por fuego ruso. Las instantáneas, de una fuerza brutal, han dado la vuelta al mundo, convirtiéndose en icono de la guerra en Ucrania. Icono de la falta de miramientos de Putin con la población civil, bombardeada sin piedad. Supuestamente, cuando fueron asesinados estaba en vigor un alto el fuego para permitir la evacuación de la población.

¿Quién había debajo de esas sábanas? Eran los malogrados tres miembros de una misma familia: Tatiana Perebeinos, de 43 años, y sus dos hijos, Nikita, de 18, y Alisa, de 9. Les faltaba un escaso medio kilómetro para ponerse a buen recaudo en su huida de la sitiada localidad de Irpin cuando un mortero ruso impactó de lleno causando la muerte en el acto de los dos jóvenes e hiriendo fatalmente a su madre. Los dos perros yorkshire que llevaban consigo también perdieron la vida. Apuraron para salir de la ciudad porque estaban cuidando de la abuela enferma hasta que la salida se hizo imperiosa al quedarse sin agua, electricidad y calefacción. El marido y padre, Sergei, encogía el corazón de todo el mundo horas después a través de Facebook pidiendo perdón de su familia por no haberla podido proteger.

Tatiana Perebeinos.

Más macabro resulta el periplo de esta familia al conocer que, naturales de Donetsk, en la región ucraniana prorrusa del Donbás, ya habían huido de esta zona de conflicto para instalarse en las inmediaciones de Kiev, la capital, con la intención de buscar un lugar estable donde ver crecer a sus hijos.

Alisa y Nikita.

Jefa de contabilidad

Perebeynos era jefa de contabilidad en SE Ranking, una empresa de tecnología de la información, y bromeó con sus colegas sobre su futuro en un viaje de trabajo a las montañas de Georgia apenas tres días antes de que la guerra envolviera a Ucrania, informa la web californiana 'SpamChronicles'. Bebiendo vino y charlando con sus colegas, relata la pubicación, la mujer estuvo hasta altas horas de la noche compartiendo la velada con los miembros de la joven startup compartían sus ambiciosos y trascendentales planes para el futuro.

"Siempre podías acudir a ella con las preguntas más estúpidas sobre impuestos, pagos internacionales o cualquier otra cosa", dijo uno de los colegas para añadir: "Siempre respondía con paciencia, poniendo todas las opciones sobre la mesa".

El homenaje realizado en la empresa en memoria de la víctima fueron muchas las alusiones contra los ocupantes rusos, acusados de haber cometidoun "crimen contra la humanidad". "Nuestros corazones están rotos. "No hay palabras para describir nuestra pena o aliviar nuestro dolor. Pero es muy importante para nosotros que Tatyana y sus hijos Alice y Nikita no se conviertan en estadísticas", dijo uno de sus compañeros.

"Nos sentimos completamente impotentes, pero intentamos al menos con algunas pequeñas cosas ayudarle a sobrevivir a los horrores de estos días", dijo un representante de la empresa en referencia a Sergei, padre y esposo de los fallecidos, para añadir: "Sólo tres días antes de la guerra, estábamos en Georgia, haciendo planes para el futuro, y ahora estamos escribiendo un obituario para nuestra Tatyana y sus hijos".