Las gasolineras gallegas registraron ayer una mayor afluencia de clientes, en muchos casos con colas en momentos puntuales de la jornada, debido al temor de los consumidores a una subida del precio de los combustibles provocada por la guerra entre Rusia y Ucrania.

El barril de crudo de la OPEP cotizó el jueves a 101,22 dólares, su valor más alto desde agosto de 2014, en el contexto de la generalizada subida del precio del petróleo debido a la invasión rusa de Ucrania. El precio del petróleo lleva semanas al alza ante la tensión en el este de Europa, y también otros crudos de referencia internacional, como el Brent europeo y el Texas estadounidense, marcaron valores no vistos en los últimos ocho años. El ataque ruso a Ucrania podría alterar el suministro de petróleo, ya de por si limitado por la escasa capacidad de aumentar la oferta de la OPEP y sus aliados y el aumento de la demanda tras la fase más dura de la pandemia.

El conflicto también repercute en el sector energético. El precio de la electricidad en el mercado mayorista (pool) subirá hoy un 8,73 % con respecto a ayer y alcanzará los 261,11 euros por megavatio hora (MWh) de media diaria, su precio más alto en lo que va de año, según los datos del Operador del Mercado Ibérico (OMIE). Dos días después del inicio de la operación militar rusa en Ucrania, el precio medio de la electricidad de este sábado es un 89,53 % más caro que el de hace una semana.

El Banco Central Europeo (BCE) considera “prematuro” evaluar el impacto económico de la guerra en Ucrania, pero anticipa que habrá un repunte de la inflación y estima en un 0,4 el impacto negativo de la crisis en el PIB europeo.