Coincidiendo con el 60º aniversario de la independencia de la República Democrática del Congo, el 30 de junio de 1960, el rey Felipe manifestó ayer su "profundo arrepentimiento" por todas las atrocidades y excesos de Bélgica en su antigua colonia. El rey Leopoldo II utilizó la entonces colonia africana como su coto privado entre 1895 y 1908, explotando brutalmente y a su antojo recursos como el caucho y utilizando a la población local en condiciones de esclavitud, lo que llevó a la muerte a más de 10 millones de personas. En una carta dirigida al presidente del país, Félix Tshisekedi, Felipe reconoce por primera vez los actos de "violencia y crueldad" cometidos en el Congo.