Los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad griegas y migrantes se recrudecieron ayer en la frontera turco-helena, después de que el martes la jornada fuera más tranquila. Los choques provocaron al menos un muerto entre los migrantes, según denunciaron las autoridades turcas, que fueron desmentidas por las griegas. La tensión comenzó cuando un grupo de migrantes intentó forzar la entrada en territorio griego por el paso fronterizo de Pazarkule-Kastaniés, ante lo que las fuerzas de seguridad de Atenas recurrieron a munición real, balas de plástico y gases lacrimógenos. El fallecido habría recibido el impacto de un bote en el pecho.

Turquía aseguró ayer que un total de 135.844 migrantes han dejado el país hacia Grecia desde que el viernes abrió la frontera para presionar a la UE ante la perspectiva de que otro millón de refugiados sirios lleguen al país huyendo de la batalla de Idlib. Atenas sostiene que son 24.000 personas.