El presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Farmajo, responsabilizó ayer a la organización islamista Al Shabab del atentado de Mogadiscio. "Al Shabab no quiere construir escuelas, no quiere construir hospitales ni alimentar a los niños. Su único contrato en vigor es el de la destrucción del progreso de este país", denunció el presidente en un discurso emitido por televisión.

"Este día oscuro ha arrebatado decenas de vidas inocentes a nuestra nación, pero los autores de este atroz acto terrorista nunca atenuarán el espíritu del pueblo de Somalia. Unámonos para contrarrestar este mal, movámonos rápido y ayudemos a los supervivientes", declaró en su discurso.

El último atentado de Al Shabab, grupo al que se vincula con Al Qaeda, se produjo el sábado de la pasada semana contra un hotel de la ciudad de Galkayo y dejó al menos siete civiles muertos. "Estamos detrás de la explosión de Galkayo, un atentado suicida protagonizado por uno de nuestros mártires contra un grupo de oficiales del Ejército que se reunían ahí", aseguró el portavoz de operaciones militares de Al Shabab, Abdiasis Abu Musab.

Según un estudio publicado por el "think tank" Africa Center for Strategic Studies (ACSS), dependiente del departamento de Defensa de EE UU, Al Shabab llevó a cabo 1.515 ataques en el año 2018 -un 7% menos que durante 2017- y mató a 3.955 personas. Este grupo somalí fue fundado en 2012.