La Policía de Hong Kong y grupos de manifestantes reanudaron ayer las hostilidades en la excolonia británica tras la semana de tensa calma que ha seguido a la abrumadora victoria de la oposición democrática en las elecciones locales del pasado fin de semana, consideradas un "plebiscito" contra la influencia de China.

Las escaramuzas comenzaron durante una de las tres marchas programadas para ayer, que pretendía dirigirse al consulado de EE UU para expresar su agradecimiento por la firma por el presidente Trump de una ley que pretende defender los derechos humanos en Hong Kong y prevé sanciones para los responsables chinos que los violen.

Otra de las marchas, bajo el lema "Para que no olvidemos", fue convocada para conservar el ímpetu del movimiento de protesta que comenzó en marzo pasado con marchas pacíficas que desde el mes de junio se han convertido en enfrentamientos casi diarios con la Policía.