Las autoridades de Hong Kong cancelaron todos sus vuelos, después de que miles de manifestantes ocuparan la terminal del aeropuerto internacional de la ciudad por cuarto día consecutivo.

La autoridad aeroportuaria atribuyó las cancelaciones, que afectaron a todos los vuelos a partir de las 16.00 hora local, 8 de la mañana de ayer en España, a que "una gran cantidad de manifestantes impidieron que los pasajeros pudieran facturar" y "han interrumpido gravemente" el servicio.

Los manifestantes protestaban contra la brutalidad policial del pasado fin de semana, que dejó 45 heridos, y un policía con severas quemaduras. Una persona fue herida en un ojo y necesitará una prótesis ocular, por lo que muchos manifestantes se cubrieron sus ojos con parches en señal de protesta.

Los manifestantes portaron carteles que rezaban "Hong Kong no está a salvo de la Policía", y denunciaron que los efectivos policiales dispararon gas y bolas de goma a muy corto alcance, incumpliendo los estándares internacionales.

Mientras tanto, efectivos de la Policía Armada Popular (PAPF), cuerpo policial paramilitar, se trasladaron este fin de semana a Shenzhen, ciudad que hace frontera con Hong Kong. El gobierno chino, dispuesto a restaurar el orden, difundió un vídeo que muestra vehículos militares en el que decía que la PAPF debe actuar en "toda clase de incidente, revuelta o disturbio que perjudique la paz social".