Los activistas en favor de la democracia que desde hace ocho semanas se manifiestan en Hong Kong llevaron su campaña al subsuelo y provocaron retrasos en el transporte suburbano. Desde las 07.50 hora local de ayer, docenas de jóvenes enmascarados comenzaron a obstruir la circulación en varias estaciones bloqueando las puertas o pulsando los botones de emergencia de los trenes.

La protesta provocó que la empresa gestora del metro (medio de transporte habitual) proveyera servicios de autobuses para los viajeros atascados, aunque la campaña cesó al mediodía.

Esta acción de "atasco" es parte de una campaña de no cooperación iniciada por los manifestantes a raíz de la controvertida propuesta de ley de extradición que podría permitir que Pekín accediera a "fugitivos" refugiados en la región.

Las protestas han derivado hacia demandas más amplias sobre los mecanismos democráticos de la ciudad.