La candidata a presidir la Comisión Europea, la alemana Ursula Von der Leyen, planteó ayer una serie de medidas en dos cartas dirigidas a los socialdemócratas y liberales europeos con el fin de conseguir su apoyo en la votación de hoy en la Eurocámara. Pero, para presionar, y al margen del resultado, Von der Leyen anuncia ya que renunciará a su actual cargo de ministra de Defensa.

En ambas cartas figura un compromiso para reforzar los mecanismos de defensa del Estado de derecho a través de herramientas que vigilen su cumplimiento en todos los Estados miembros.

A los socialistas les promete un plan de acción para implementar íntegramente los derechos sociales, con medidas como un salario mínimo "justo" en todos los países de la UE y una "garantía infantil europea" para que todos los niños en riesgo de pobreza o exclusión social tengan acceso a los derechos más básicos. También añade la promesa de un mecanismo europeo de reaseguro de desempleo, una exigencia que no logró despegar durante la pasada legislatura.

En materia de migración, defendió la necesidad de reforzar la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y de alcanzar un cuerpo permanente de 10.000 guardacostas para 2024, así como trabajar para desmantelar el crimen organizado de los traficantes y contrabandistas.

En cuanto a los liberales, la alemana omitió la demanda del grupo Renovar Europa, que pedía que la danesa Margrethe Vestager obtuviera el mismo cargo que el holandés Frans Timmermans en la futura Comisión; en su lugar, habla de dos "vicepresidentes ejecutivos", si bien solo uno de ellos (previsiblemente Timmermans, ya que los socialistas son el segundo partido más votado) tendría la capacidad de representarla en su ausencia. Y promete una agenda de comercio "abierta y justa", para que cada acuerdo internacional respete los estándares climáticos más exigentes y tenga un política de tolerancia cero contra el trabajo infantil.

Los otros dos grupos en discordia, el de los Conservadores y Reformistas y la ultraderecha de Identidad y Democracia, tienen un peso menor en escaños, pero su apoyo también podría resultar decisivo. Aunque aún no han anunciado el sentido de su voto, los conservadores no ven problemático que Von der Leyen no sea una de las cabezas de listas de los partidos y el gobierno de Polonia, liderado por Ley y Justicia (grupo mayoritario en ECR), apoyó el pacto en el Consejo. Identidad y Democracia, que acoge a la italiana Liga Norte de Matteo Salvini y a la francesa Agrupación Nacional de Marine Le Pen, tampoco han declarado todavía si respaldarán o no a Von der Leyen, aunque no parece probable, según un portavoz. Si la candidatura de la alemana no obtiene 374 votos a favor, a pesar de los compromisos y su renuncia al Ministerio de Defensa, los países de la UE se verían obligados a reunirse en una cumbre extraordinaria en el plazo de un mes para proponer a un nuevo candidato, algo inédito en la historia de la UE.