Michael Cohen, el exabogado personal del presidente estadounidense, Donald Trump, ingresó ayer en una prisión federal de Nueva York tras ser sentenciado en diciembre a una condena de tres años por delitos electorales. Justo antes de dirigirse a la cárcel, Cohen aseguró que "queda mucho por contar", y añadió: "Espero que llegue el día en el que pueda revelar la verdad".

Entre tanto, anoche expiró el segundo plazo dado por el Congreso al departamento de Justicia para obtener íntegro el informe del fiscal especial Robert Mueller sobre la trama rusa. La copia del informe divulgada por Justicia en abril tiene un millar de veladuras y siete páginas completamente censuradas. La pasada semana expiró el primer plazo dado a departamento que dirige el polémico William Barr.