El gobernador de California (Estados Unidos), el demócrata Gavin Newsom, anunció ayer la suspensión de las ejecuciones en su estado, donde no se aplica la pena de muerte desde 2006 y hay unos 740 reos en el corredor de la muerte. "La muerte intencionada de otra persona está mal y como gobernador no supervisaré la ejecución de ningún individuo", afirmó el gobernador californiano al anunciar su decisión.

Newsom aseguró que la pena de muerte discrimina a los enfermos mentales, a las personas de raza negra y a aquellos que no pueden pagar "una representación legal costosa".

"No creo que una sociedad civilizada pueda reclamar ser líder en el mundo mientras su Gobierno continúe sancionando la muerte premeditada y discriminatoria de su gente", argumentó.

Así, California se une a Colorado, Oregón y Pensilvania como los estados de EE UU que establecen una moratoria de la ejecución de la pena capital.

Además de anunciar la suspensión de las ejecuciones, Newsom, que tomó posesión como gobernador en enero pasado, anunció el cierre de la prisión estatal de San Quintín, localizada en el condado de Marín (norte de California). Allí funciona el único corredor de la muerte para hombres y la cámara de ejecución del estado.