La jefa de la Unión Cristianodemócrata alemana (CDU), Annegret Kramp-Karrembauer, rechazó ayer el más reciente plan para Europa del presidente francés, Emmanuel Macron, a quien advierte de que el "centralismo" es "el camino erróneo".

"Un centralismo europeo, un estatismo europeo, la comunitarización de la deuda, una europeización de los sistemas sociales y del salario mínimo sería el camino erróneo", dijo AKK, como se la conoce en Alemania, en una columna publicada en "Welt am Sonntag".

Kramp-Karrembauer, sucesora desde el pasado diciembre de la canciller, Angela Merkel, al frente del partido, rebate así las exigencias de Macron de establecer en Europa un "escudo social" que garantice a cada trabajador "la misma remuneración en el mismo lugar de trabajo, y un salario mínimo europeo adaptado a cada país".

Para la líder conservadora, hay que "apostar por un sistema de subsidiariedad, responsabilidad propia y obligación asociada". El objetivo, en su opinión, es lograr una "convergencia en el sentido de condiciones de vida equivalentes" dentro y entre los estados miembros.

Las discrepancias son también visibles en política migratoria. Mientras el presidente francés subraya la necesidad de "revisar el espacio Schengen" para afianzar "una Europa que protege a la vez sus valores y sus fronteras", Kramp-Karrembauer considera necesario "completar Schengen", lo que a su vez requiere en la UE de un "acuerdo sobre la protección íntegra de las fronteras".