Rusia y Turquía, garantes junto a Irán del alto el fuego en Siria, acordaron hoy coordinar sus acciones sobre el terreno una vez Estados Unidos cumpla su promesa de retirar sus tropas del país árabe.

"Representantes militares de Rusia y Turquía 'sobre el terreno' seguirán coordinando sus acciones en las nuevas condiciones (del repliegue norteamericano) con el objetivo de erradicar definitivamente la amenaza terrorista en Siria", declaró Serguéi Lavrov, el ministro de Exteriores ruso, tras las consultas con su colega turco, Mevlut Cavusoglu.

Además, ambas partes acordaron que, hagan lo que hagan en Siria, respetarán su soberanía e integridad territorial, promesa que en el pasado Ankara no siempre ha cumplido a rajatabla con sus incursiones militares, y la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, que fija la hoja de ruta de la transición política.

Moscú y Ankara convocaron consultas principalmente para analizar el alcance y las consecuencias de la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, aunque el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, recordó nada más conocerse la noticia que el Ejército norteamericano también lleva "17 años marchándose de Afganistán".

"Evidentemente, hemos dedicado especial atención a las nuevas circunstancias que han surgido con el anuncio de EEUU de que retirará sus tropas", reconoció Lavrov.

Turquía no ha perdido el tiempo y aprovechó el vacío que dejan las tropas norteamericanas para anunciar una pronta operación contra las milicias kurdosirias en el norte del país.

De hecho, las negociaciones moscovitas, en las que también participaron los ministros de Defensa y los jefes de Inteligencia de ambos países, coincidieron con la decisión de la milicia kurda Unidades de Protección del Pueblo (YPG) de entregar la ciudad de Manbech a las tropas del presidente sirio, Bachar al Asad, para que la proteja ante una eventual ofensiva de Turquía.

Estados Unidos, que cuenta con cerca de 2.000 efectivos en Siria y tiene precisamente una base militar cerca de Manbech, ha sido el principal apoyo de las milicias kurdas en la ofensiva contra los yihadistas.

Aunque se informó de que Lavrov y Cavusoglu abordarían la situación en Manbech, ninguno de los dos ministros aludió al tema al término de las consultas.

Con todo, tanto la coalición internacional liderada por EEUU como los propios kurdos negaron hoy que las tropas sirias ya hayan tomado la ciudad e izado su bandera, como anunciaron ayer a bombo y platillo las fuerzas gubernamentales.

Lavrov sí destacó que ambas partes también se comprometieron a tomar medidas para crear las condiciones que permitan el retorno de la mayoría de los refugiados sirios, muchos de los cuales se encuentran en territorio turco.

Con respecto al proceso político, Lavrov expresó su confianza en que Occidente no obstruya la creación del comité constitucional consensuado ya con el presidente sirio, Bachar al Asad, según explicó recientemente el propio Putin.

"Rusia, Turquía y nuestros colegas iraníes hemos hecho todo lo que prometimos para la formación del comité constitucional. Ahora continuamos apoyando el pronto comienzo del trabajo de la comisión, ahora ya con el nuevo emisario del secretario general de la ONU, Geir Pedersen", subrayó.

Hace sólo una semana Lavrov y Cavusoglu fueron incapaces de llegar a un acuerdo sobre los integrantes del comité con Staffan de Mistura, lo que ha motivado críticas al emisario saliente, que dejará el cargo a final de este año.

Por su parte, Cavusoglu confirmó a la prensa que las consultas en Moscú se habían centrado en el repliegue estadounidense, al tiempo que subrayó el respeto de Ankara a la integridad territorial de Siria.

"Continuaremos un activo trabajo y coordinación con nuestros colegas rusos e iraníes para agilizar el acercamiento de un arreglo político en Siria. Como países garantes del proceso (negociador) de Astaná, somos, sin lugar a dudas, fieles a la integridad y unidad de Siria y estamos dispuestos a contrarrestar todas las acciones dirigidas a dañar estos principios", subrayó.

El jefe de la diplomacia turca, que viajó acompañado del titular de Defensa de su país, Hulusi Akar, también abordó en Moscú las medidas para acabar de crear una zona desmilitarizada en Idlib, último bastión rebelde, aspecto que consideró vital para allanar el camino a una transición pacífica en Siria.

"Parece que algunos quieren torpedear el trabajo en el marco de los procesos de Astaná y Sochi. Que no olviden que si ahora estamos hablando de la creación de un comité constitucional es posible gracias sólo a las acciones de Rusia, Turquía e Irán", aseguró.

Aunque Damasco acusa a Ankara de respaldar a los yihadistas, Cavusoglu también expresó la voluntad de Moscú y Ankara de "limpiar definitivamente" Siria de la lacra terrorista.

Según informó hoy el Kremlin, las consultas ruso-turcas debían servir de preparativo para la reunión que mantendrá a principios de enero Putin con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en Moscú o en Sochi, en el mar Negro.