Los "chalecos amarillos" volverán hoy a las calles de Francia, por quinto sábado consecutivo, pese a la división que han provocado en el movimiento las medidas sociales anunciadas esta semana por el presidente Macron. El inquilino del Elíseo hizo ayer un nuevo llamamiento a la calma, asegurando que Francia necesita "recuperar un funcionamiento normal".

En términos de seguridad, Francia se prepara "para la peor de las situaciones", según reconoció ayer el responsable policial Michel Delpuech. La movilización en todo el país provocará el despliegue de decenas de miles de efectivos, entre ellos 8.000 en París, donde también habrá catorce vehículos blindados.

Entre tanto, el fallecimiento de un periodista italiano de 29 años, Antonio Megalizzi, eleva a cuatro las víctimas mortales del atentado del pasado martes en el centro de Estrasburgo, en las inmediaciones de su popular mercadillo navideño. El terrorista, Chérif Chekatt, de 29 años, fue abatido el jueves en un barrio de la ciudad.