La escalada de tensión entre Ucrania y Rusia, sin precedentes desde la anexión de Crimea en 2014, atravesó ayer una jornada de advertencias y gestos duros. Un tribunal de Simferópol, la capital de Crimea, dictó dos meses de prisión provisional para 12 de los 24 marinos ucranianos detenidos el domingo durante los incidentes que encendieron el polvorín. Los otros doce no comparecerán ante el juez hasta hoy, miércoles.

La flota rusa capturó el domingo dos patrulleras y un remolcador ucranianos en el estrecho de Kerch, que enlaza el mar de Azof con el mar Negro, acusándolos de haber entrado ilegalmente en aguas territoriales rusas y tras haber abierto fuego contra ellos. Las detenciones se practicaron a raíz de la captura. Moscú calificó el paso de los navíos ucranianos por el Estrecho, acorde con los tratados en vigor, como una invasión de sus aguas territoriales y "una provocación", mientras Kiev denunció "un acto de agresión".

Ucrania reaccionó el lunes proclamando la ley marcial durante un mes en todos sus territorios fronterizos con Rusia. La ley marcial, que entrará en vigor hoy en una decena de regiones, permitirá movilizar a la población, controlar los medios de comunicación y restringir las reuniones públicas.

La escalada de tensión ha provocado enorme inquietud en la comunidad internacional. El presidente ruso, Vladímir Putin, rompió ayer su silencio para hablar con la canciller alemana, Angela Merkel, que está jugando un papel mediador. Putin comunicó a Merkel su "profunda preocupación" por la ley marcial, sin precedentes en Ucrania desde su independencia en 1991, y manifestó su temor a que las autoridades de Kiev incurran en "actos irracionales" que puedan tener graves consecuencias. Por ello, pidió a la canciller que influya en las prooccidentales autoridades ucranianas.

Putin estima que la reacción de Kiev, que juzga desproporcionada, está vinculada a la celebración de elecciones presidenciales en ese país el próximo mes de marzo y a la intención de que la UE agrave las sanciones impuestas a Rusia para castigar su anexión de Crimea. La posibilidad de nuevas sanciones será analizada en diciembre, según declaró ayer la ministra de Exteriores de Austria, país que ejerce la presidencia semestral de la UE.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, calificó la imposición de la ley marcial como "potencialmente peligrosa porque podría desembocar en una escalada de tensiones", en particular en el Donbass, la entidad separatista prorrusa puesta en pie por milicias rebeldes apoyadas por Moscú en 2014, en paralelo a la anexión de Crimea. Ambos conflictos se desencadenaron después de que la revuelta popular del Maidán derrocara a principios de 2014 al presidente ucraniano prorruso Yanukovich, en respuesta a la suspensión, a finales de 2013, de un acuerdo de asociación con la UE.