La desaparición del periodista Jamal Khashoggi se está convirtiendo en un serio quebradero de cabeza para Arabia Saudí. Hasta el presidente de EE UU, Donald Trump, remiso hasta ahora a actuar contra Riad, amenazó ayer a la petromonarquía con un "castigo severo" si se prueba que sus agentes asesinaron al informador, muy crítico con el régimen, y, para más inri, en el consulado del país en Estambul, donde su rastro se pierde.

Trump elevó el tono y no dudó en calificar la desaparición del periodista de suceso "realmente terrible y asqueroso". La razón de su cambio de postura hay que buscarla en los vídeos y audios que al parecer obran en poder del Gobierno turco y que, según sostiene el diario "The Washington Post" -en el que Khashoggi escribía-, probarían que fue asesinado dentro del consultado saudí en Estambul por un equipo de seguridad, que posteriormente desmembró su cuerpo.

Khashoggi había acudido al consulado para recoger unos documentos que necesitaba para poder casarse con su novia turca, que se quedó esperando fuera del edificio.

A pesar de las constantes negativas de Riad -la última, de su ministro del Interior, el príncipe Abdulaziz bin Saud-, Trump consideró ayer que las autoridades saudíes podrían estar detrás del supuesto crimen.

"Se está investigando, se está analizando con mucha fuerza. Y si eso fuera así, estaríamos muy molestos y enojados. Por ahora, ellos lo niegan vehementemente. ¿Podrían ser ellos? Sí", concedió Trump, quien posteriormente aseguró: "En un futuro no muy lejano, creo que sabremos una repuesta".

Este miércoles, un grupo de senadores, liderado por el republicano Bob Corker y el demócrata Robert Menéndez, dio a Trump un plazo de 120 días para decidir si EE UU debe imponer sanciones contra cualquier funcionario saudí que pueda estar implicado en la desaparición o muerte de Khashoggi.

Pero el magnate es muy reticente a la imposición de sanciones a Riad y tampoco tiene demasiada disposición a suspender la venta de armas al país, que es el mayor cliente de la industria armamentística estadounidense: solo en 2017 acordó la compra de armamento por valor de 18.000 millones de dólares.

Al menos 17 civiles murieron y más de 20 resultaron heridos por un supuesto ataque de la coalición árabe, liderada por Arabia Saudí, contra dos autobuses de desplazados en la provincia de Al Hudeida, en el oeste del Yemen.