El Gobierno de Marruecos afirmó ayer que sus esfuerzos para contener la oleada de inmigrantes ilegales que llegan a su país para cruzar la frontera con España no están siendo suficientemente apoyados por los gobiernos y las instituciones europeas.

"Nosotros como país estamos haciendo solos grandes sacrificios con nuestras posibilidades. Las cifras que circulan sobre el apoyo (financiero de la Unión Europea) no llegan al nivel del volumen de nuestro esfuerzo y de los sacrificios que realizamos", declaró ayer el portavoz del Ejecutivo de Rabat, Mustafa Jalfi, en su rueda de prensa semanal.

Se trata de la primera vez que Marruecos se pronuncia oficialmente sobre el insuficiente apoyo que recibe por parte de la UE para gestionar la actual crisis migratoria, aunque Rabat no aportó cifras concretas sobre qué cantidad recibe actualmente y cuál es la que reclama a Bruselas.

Jalfi, no obstante, sí aportó datos para justificar las quejas del Ejecutivo: según expuso, las fuerzas de seguridad marroquíes habrían abortado en 2017 unos 65.000 intentos de emigración clandestina a España, la mayoría mediante pateras o saltos a las vallas de Ceuta y Melilla.

"Hay que subrayar que Marruecos está desplegando un esfuerzo excepcional en la lucha contra la emigración clandestina y la trata de personas", insistió el portavoz del Ejecutivo marroquí, recalcando además que el establecimiento de "una cooperación (migratoria) que incluya a los países del Mediterráneo occidental" sería algo provechoso para todos.

Mismo trato que Turquía

El malestar de Marruecos con la Unión Europea se debe a que considera que no ha recibido por parte de Bruselas el mismo trato que Turquía, país con el que las instituciones comunitarias han alcanzado un multimillonario acuerdo para contener los flujos migratorios en el Mediterráneo oriental.

Por su parte, el comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramópulos, tiene previsto anunciar hoy en Madrid su respuesta a la ayuda adicional de emergencia que España pidió para frenar la creciente llegada de inmigrantes. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, recordó ayer que el pasado 6 de julio se aprobó un programa de gestión de fronteras que se financiará con 55 millones de euros y beneficiará tanto a Túnez como a Marruecos, equipando a ambos países con material y conocimientos técnicos. No obstante, también advirtió que los fondos de la Unión Europea para el Norte de África son "desgraciadamente limitados", y que las exigencias de Marruecos (unos 100 millones de euros en una década, según la Comisión) exigen un esfuerzo financiero "muy superior".