El presidente francés, Emmanuel Macron, rompió ayer su silencio sobre el escándalo causado por su exagente de seguridad y asumió toda la responsabilidad de lo ocurrido. "Si buscan un responsable, el único responsable soy yo y solo yo. Soy yo quien le dio la confianza (a Benalla) y soy yo quien confirmó la sanción que se le impuso", dijo anoche el presidente en una reunión con diputados de su partido, La República En Marcha (LREM), según informaba "Le Monde".

El Gobierno de Macron afrontará en los próximos días su primera moción de censura, aunque con escasas probabilidades de que prospere, por el escándalo desatado por las agresiones de su exjefe de seguridad y hombre de plena confianza, Alexandre Benalla, a un grupo de manifestantes el 1 de mayo, cuando estaba disfrazado de policía.

El partido centro-derechista Los Republicanos, la principal fuerza opositora en la Asamblea Nacional, anunció ayer la moción contra el presidente Macron, que sufre en estos momentos su peor crisis de gobierno hasta la fecha y los índices más bajos de popularidad de su presidencia.

El presidente del grupo parlamentario de Los Republicanos, Christian Jacob, justificó esta acción argumentando que el Ejecutivo "ha fracasado" en la gestión de un escándalo que sigue teniendo en vilo a toda Francia.

No obstante, la moción de censura, que debería presentarse de aquí al final de esta semana y votarse la siguiente, tiene remotas posibilidades de salir adelante debido a la amplia mayoría absoluta que el partido del presidente tiene en la Asamblea Nacional.

Tras el anuncio de Los Republicanos, comparecieron ante los diputados el director de gabinete de Macron, Patrick Strzoda, y el primer ministro, Edouard Philippe, quienes tuvieron que dar explicaciones por la gestión del "caso Benalla".

Fue Strzoda quien asumió públicamente la responsabilidad por la criticada gestión del escándalo ante la comisión parlamentaria que lo investiga en paralelo a la Justicia. "Fui yo quien propuso los 15 días de suspensión y fui yo mismo quien le transmitió esa decisión al señor Benalla. El presidente de la República estaba a 10.000 kilómetros (de viaje en Australia). Era una medida de gestión interna (...) Nunca hablé de ese tema con el Jefe de Estado", indicó Strzoda ante las críticas que consideran demasiado leve la sanción inicial de 15 días de suspensión de empleo y sueldo que se le impuso tras hacerse pasar por policía para agredir a los manifestantes.

Strzoda también reconoció que fue él quien dio permiso a Benalla para participar aquel día como "observador" en la manifestación, e interrogado sobre por qué no denunció al exagente de Macron tal y como exige el artículo 40 del Código Penal (todo funcionario público tiene la obligación de denunciar un acto delictivo), respondió que no consideró que hubiera suficientes elementos para evocar dicho artículo.