El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, asumió ayer el cargo de jefe de Estado con plenos poderes ejecutivos, de acuerdo con el nuevo sistema que estableció la reforma constitucional aprobada tras el referéndum del año pasado.

Este nuevo régimen, que supone el paso a un sistema presidencialista, otorga amplios poderes ejecutivos a Erdogán, reelegido a sus 64 años con el 52 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales y legislativas del pasado 24 de junio.

"Deseo lo mejor para el país", declaró tras jurar su cargo ante el nuevo Parlamento turco el pasado domingo. Poco antes, el Gobierno emitió un decreto por el cual algunas instituciones, como los servicios de inteligencia, estarán a partir de ahora bajo el mando directo de la presidencia.