La conexión rusa sigue jugándole malas pasadas al presidente de EE UU, Donald Trump. Ayer fue su exjefe de campaña y exasesor de estrategia de la Casa Blanca, el ultra Steve Bannon, el encargado de amargarle el día. Bannon tachó al hijo mayor del magnate, Donald Trump júnior, de "traidor" y "poco patriota" por la reunión que mantuvo con un abogada rusa en junio de 2016 en busca de datos para desacreditar a la rival de su padre, la demócrata Hillary Clinton. Además de Trump jr. asistieron a la reunión el yerno de Trump, Jared Kushner, que sigue siendo su asesor, y el antecesor de Bannon como jefe de campaña, Paul Manafort.

Las acusaciones de Bannon, que desde su despido (oficialmente dimitió) en agosto pasado había permanecido en silencio, se recogen en una entrevista que forma parte del libro "Fuego y furia: dentro de la Casa Blanca", de Michael Wolff, que será publicado la próxima semana y del que el diario británico "The Guardian" adelantó ayer un extracto.

"Tres altos cargos de la campaña pensaron que era una buena idea reunirse con un gobierno extranjero en la Torre Trump, en la sala de conferencias del piso 25. Sin abogados", comentó Bannon, sin ahorrarse el sarcasmo. Para el exasesor, "incluso si uno pensaba que aquello no era una traición, ni era antipatriótico ni era simplemente una mierda -y yo creo que fue las tres cosas- uno debería avisar de inmediato al FBI". Para Bannon, el fiscal especial Robert Mueller, que investiga la trama, "va a cascar a Donald júnior como un huevo en horario estrella de televisión".

Trump: "Perdió la razón"

La respuesta del presidente Trump fue inmediata: "Bannon no tiene nada que ver conmigo o mi presidencia. Cuando fue despedido, no solo perdió su trabajo, sino que también perdió la razón".

Trump acusó a su exjefe de Estrategia de filtrar informaciones falsas cuando estaba en la Casa Blanca para aparentar ser más importante de lo que era en realidad, de no haber hecho aportes de importancia a la victoria electoral y hasta del fracaso en una elección local en Alabama.

En su nota oficial, Trump dijo: Bannon "raramente tuvo reuniones individuales conmigo, y solamente aparenta tener influencia ante personas que no tienen ni acceso ni información".

Además, apuntó que "finge estar en guerra con los medios de prensa, a los que llama 'partido de oposición', pero pasó su tiempo en la Casa Blanca filtrando información falsa a la prensa para parecer ser más importante de lo que era".

"Es lo único que hace bien", añadió.