Los comicios regionales celebrados en el estado alemán de Mecklemburgo-Anteporemania (noreste) arrojaron ayer un resultado inédito en la reciente historia democrática del país, al haber perdido la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merkel la hegemonía de la derecha frente a los populistas de Alternativa para Alemania (AfD).

Ocurrió precisamente en el estado federado en el que la canciller tiene su distrito electoral en las generales, que deben celebrarse en un año, y en el primer aniversario del día en el que Merkel decidió abrir las fronteras del país ante el drama de la crisis de los refugiados.

A pesar de perder cinco puntos, el Partido Socialdemócrata (SPD) se mantuvo como la fuerza más votada, con algo más del 30% de los sufragios según las proyecciones difundidas por las televisiones públicas hora y media después de cerrar los colegios electorales.

AfD, en su primera incursión en las elecciones regionales en ese "Land", se aupó a la segunda posición con más del 21% de los votos apoyada en un discurso nacionalista y xenófobo, contrario a la llegada de refugiados.

Se cumplieron los peores augurios para las filas cristianodemócratas y la CDU, que ha gobernado como socio menor de los socialdemócratas durante los últimos diez años en Mecklemburgo-Anteporemania, cayó al tercer puesto (19% de los votos).

Con Merkel en la cumbre del G-20 de China, el secretario general del partido, Peter Tauber, compareció ante los medios para reconocer los "amargos" resultados e intentar defender la política de refugiados del Gobierno federal de la canciller.

"Se necesitará tiempo para recuperar la confianza perdida", admitió Tauber, quien advirtió de que la AfD supone un desafío para "todos los partidos democráticos" del país y acusó a los populistas de jugar con "los miedos" y las preocupaciones de los alemanes y pretender hacer "presentable" un discurso "ultra".

Con su irrupción como segunda fuerza, la AfD arrebató al ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD), objeto de una demanda de ilegalización ante el Tribunal Constitucional, los únicos escaños que tenía hasta ahora en un parlamento regional.

La Izquierda también perdió fuerza y quedó con alrededor del 12% de los votos y Los Verdes en torno al 5%, a la espera de confirmarlo para garantizarse su entrada en la Cámara.

A pesar del varapalo, el SPD, liderado en Meckelmburgo-Antepomerania por Erwin Sellering, se mostraron aliviados con unos resultados que permitirán en principio reeditar su coalición con los cristianodemócratas.

Frente a los partidos tradicionales, la euforia se instaló en AfD, cuya líder, Frauke Petry, elogió la fuerza de un partido que, según dijo, ha sido capaz de escuchar a los ciudadanos "decepcionados" con la política de las grandes formaciones tradicionales del país.