Los irlandeses votaron ayer en unas legislativas en las que el conservador Fine Gael del primer ministro, Enda Kenny, partía como favorito, aunque con escasas posibilidades de formar Gobierno porque se augura un Parlamento muy fragmentado. El sistema de escrutinio irlandés retrasará al menos hasta avanzada la jornada de hoy los resultados finales.

El Fine Gael, que gobierna desde 2011 con los laboristas, bajó en los sondeos desde que Kenny anunció elecciones el 2 de febrero. Las últimas encuestas le daban un 28%, mientras sus socios recogían un 6%, lo que no permitiría reeditar la coalición. Los centristas del Fianna Fáil (23%) serían la alternativa, pero no tienen socio claro, mientras que el Sinn Fein (17%) aparece como tercer gran partido.