Un tribunal de Moscú desestimó una demanda por tráfico de influencias contra el presidente Vladimir Putin alegando "motivos técnicos". La demanda fue presentada por el activista Alexei Navalni, quien acusa a Putin de infringir las leyes anticorrupción tras financiar a una petroquímica en la que su yerno es accionista mayoritario. "Estoy consternado", dijo en tono sarcástico Navalni tras conocer la decisión. En su cuenta de Twitter, el activista subrayó que el tribunal no desestimó la demanda por su contenido, sino por un "aparente" detalle técnico.