El tercero de los terroristas que el pasado 13 de noviembre atacaron en París la sala de conciertos Bataclan fue identificado ayer como Foued Mohamed-Aggad, un francés de 23 años que había viajado a Siria para unirse al Estado Islámico (EI). Natural de Estrasburgo, su nombre era el único que faltaba del comando que irrumpió en la Bataclan y mató a 90 personas.

Su madre, de origen marroquí, puso a la Policía tras su pista después de recibir un SMS de un número sirio en el que se le comunicaba que su hijo había muerto como "mártir" en París. Los otros dos asaltantes también eran franceses y habían estado en Siria: Sami Amimour, de 28 años, e Ismail Omar Mostefai, de 29, fichado desde 2010 por islamista.

Su radicalización, según su padre, que no vivía con él, fue progresiva. "Francamente, no lo vimos venir", confesó Saïd Mohamed-Aggad a "Le Parisien". "Si hubiera sabido que algún día cometería algo así, lo habría matado yo antes", añadió. Queda todavía por identificar el tercer integrante del "comando de las terrazas", mientras que del que atacó el Estadio de Francia no se conocen aún dos de sus tres miembros.