El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, situó ayer en "la recta final" las negociaciones para llegar a un acuerdo, al menos uno de tipo técnico, con sus tres acreedores, FMI, BCE y Comisión Europea (CE), a los que Atenas insiste en no referirse como "la troika", sino como "las instituciones".

"Solo quiero decir que hemos dado muchos pasos y estamos en la recta final, estamos cerca de un acuerdo. Este acuerdo será positivo para la economía griega, este acuerdo redistribuirá las cargas y creo que muy pronto vamos a ser capaces de dar más información", dijo Tsipras en un comunicado, después de que su Gobierno anunciase que el Grupo de Bruselas (que forman Grecia y sus tres financiadores) ya se encontraba en condiciones de iniciar la redacción de un principio de acuerdo técnico.

Inmediatamente, fuentes de la eurozona negaron el aserto. "Las instituciones y Grecia están todavía hablando. Hay demasiado poco progreso. No hay ninguna redacción de un acuerdo a nivel técnico en estos momentos. Se necesitan más trabajo y más tiempo", indicaron las fuentes.

En su comunicado, Tsipras recalcó la dificultad de las negociaciones en curso, en las que "es necesaria compostura y determinación", ya que el Gobierno negocia con "tres instituciones diferentes, a menudo con opiniones encontradas entre ellas".

"No esuchar a las Casandras"

Con todo, el primer ministro quiso mandar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía griega y pidió "no escuchar a las Casandras, a los alarmistas", porque "no hay absolutamente ningún riesgo para los salarios y las pensiones, ni para los depósitos bancarios".

Según los parámetros de Atenas, el acuerdo técnico contemplará superávits primarios bajos (que excluyen el pago de intereses de la deuda) en los próximos años, medidas que no provoquen la recesión y no habrá recortes en salarios y pensiones.

Además, el pacto recogerá una reforma del sistema de recaudación del IVA que se ajuste a criterios redistributivos por valor de 1.800 millones, tal como indicó el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, en una entrevista a la agencia alemana MNI.

El pacto, de acuerdo con Atenas, incluirá también un alivio de la deuda a largo plazo y un programa de inversiones. Y la reforma de las pensiones permitirá limitar las jubilaciones anticipadas, sin perjuicio de los derechos adquiridos, y la unificación de las distintas cajas de pensiones.

Sin embargo, fuentes de la eurozona insistieron en que aún no hay acuerdo sobre ninguno de estos y otros puntos. El Grupo de Trabajo del Euro, que prepara las reuniones del Eurogrupo, celebrará hoy una conferencia telefónica "solo para analizar el estado de la situación", agregaron.

El ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, alertó de la gravedad de no resolver la situación financiera de Grecia, aunque matizó que hay razones para llegar a un acuerdo. "Si Grecia dejase la zona euro no habría vencedores".