La resaca de casi 13 años de guerras ininterrumpidas sigue muy presente entre los estadounidenses y la crisis de Ucrania no está siendo un revulsivo lo suficiente fuerte para que se la sacudan de encima. Casi la mitad de los ciudadanos de EE UU opina que su país debería tener un papel menos activo en el mundo, al tiempo que baja el número de quienes quieren una mayor intervención, según una encuesta que publicó ayer el diario "The Wall Street Journal".