Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) exigieron de nuevo a Irán que libere "de manera inmediata e incondicional" a los quince marines británicos a los que arrestó el pasado 23 de marzo en aguas del Golfo Pérsico y amenazaron a Teherán con tomar las "medidas apropiadas" si no lo hace. En una breve declaración adoptada en su reunión informal de Bremen, los jefes de la diplomacia de los Veintisiete "deploran" el arresto de los militares británicos y subrayan "el apoyo incondicional de la UE al Gobierno de Reino Unido".

"Todas las pruebas indican claramente que en el momento de su detención, el personal naval británico se encontraba en una misión de patrulla rutinaria en aguas iraquíes de acuerdo con la resolución 1723 de la ONU. La captura por parte de las fuerzas iraníes constituye por tanto una clara vulneración del derecho internacional", reza el texto. Además, los ministros dejaron claro que la cuestión se ha convertido ya en un problema bilateral con la UE, "que no es sólo un grupo de países que intercambia comercio o productos, sino una unión política", dijo el jefe de la diplomacia comunitaria, Javier Solana.

La televisión iraní mostró ayer a uno de los militares británicos detenidos por Teherán en unas imágenes en las que dice que entraron ilegalmente en aguas iraníes y en las que pide las disculpas del Gobierno británico, que, sin embargo, ha calificado de "escandalosa" la difusión de ese vídeo.

"Quiero presentar mis disculpas al pueblo iraní por haber entrado en las aguas territoriales de Irán y prometo no volver a hacerlo. He sido muy bien tratado por los iraníes desde el momento de la detención", dice el joven, que se excusa igualmente por la "entrada ilegal" de otros británicos en aguas iraníes en 2004.

La televisión iraní mostró además imágenes del momento de la detención de los militares en las que se observa un helicóptero británico sobrevolando una de las dos embarcaciones detenidas.

Previamente, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, había afirmado también en televisión que el Reino Unido debía pedir perdón a su país por "la entrada ilegal" de los militares.