Juan Carlos Barrena / BerlÍn

La canciller alemana y presidenta de turno de la Unión Europea, Ángela Merkel, hizo ayer un llamamiento a los 27 países miembros para hacer un esfuerzo conjunto que conduzca al fin de la crisis constitucional europea y haga que la UE gane decisivamente en capacidad de maniobra.

En un mensaje de vídeo grabado con motivo del comienzo de los actos festivos por el 50 aniversario de los Tratados de Roma, la jefa del gobierno germano subraya además que la definición de una política Exterior común debe ser la nueva tarea en que la Unión se concentre en los próximos años.

"Tenemos la misión de explicar a las ciudadanas y ciudadanos de Europa hasta los próximos comicios europeos en el año 2009 como nos imaginamos una Unión Europea renovada y con capacidad de acción", señala Merkel en su mensaje, hecho público poco antes de comenzar los festejos en Berlín con la asistencia de todos los jefes de estado o gobierno de la Unión.

Pese al escepticismo de Gobiernos como los de Polonia, Chequia, Gran Bretaña u Holanda, la presidenta de turno de la UE se muestra empeñada en sacar adelante un tratado constitucional para toda la Unión.

"Debemos decir a la gente cual va a ser nuestro camino antes de las próximas elecciones europeas", insiste Merkel, quien subraya que "nos tomamos muy en serio lo que se piensa en los distintos países" y asegura que se tendrá siempre en cuenta la opinión de todos.

Junto con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y el del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, Merkel suscribirá hoy en un acto solemne la llamada Declaración de Berlín, en la que se definen los principios, valores, objetivos y metas de la UE.

Sin embargo y pese a la insistencia de Merkel, dicha declaración no habla de una futura Constitución de la Unión y su única referencia al tema es la del "empeño de dotar a la UE de fundamentos comunes renovados de aquí a las elecciones al Parlamento Europeo en 2009".

Tampoco los socialistas y conservadores europeos, que celebraron ayer sendas reuniones de sus líderes en Berlín y despidieron igualmente sendas declaraciones, citaron en las mismas el proyecto de una Constitución para Europa.

Mientras el Partido Popular Europeo se limita en su documento a reclamar mejorar la capacidad de maniobra de la UE con mayor "democracia, transparencia y eficacia", el Partido Socialista Europeo exige en el suyo un mayor desarrollo de la política social, a la vez que critica a los conservadores por su incapacidad para alcanzar acuerdos globales.