El presidente de EE UU, George W. Bush, declaró los estados de Luisiana y Misisipi como zonas catastróficas para agilizar la llegada de recursos federales a la población afectada por el huracán "Katrina". Bush pidió a la población de las zonas en estado de alerta que no abandonen los refugios hasta que las autoridades locales digan que pueden hacerlo porque, añadió, la "costa del Golfo está siendo golpeada, y golpeada fuerte".

Bush se plantea autorizar un préstamo de la Reserva Estratégica de Petróleo a algunas refinerías para paliar los efectos del huracán en el sector petrolero.

Actualmente, la Reserva Estratégica de EE UU cuenta con 700 millones de barriles de crudo.