El Tribunal Constitucional (TC) alemán decidió ayer anteponer los derechos fundamentales a las limitaciones que resultan de la lucha contra el terrorismo, al anular la ley que permitía el derribo de aviones secuestrados en casos extremos.

El Parlamento alemán había aprobado en junio de 2004 una modificación de la Ley de Seguridad Aérea para permitir el derribo de aviones en casos de amenaza terrorista, medida que sólo podía ser ordenada por el ministro de Defensa en último recurso y si el peligro era lo suficientemente serio como para justificarla.

Con la ley se pretendía afrontar situaciones como la de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington o la de comienzos de 2003 en Fráncfort (Alemania), cuando un enajenado amenazó con estrellarse con su avioneta contra el Banco Central Europeo.

Sin embargo, los magistrados del Constitucional decidieron atender a los razonamientos de las seis personas que habían presentado una demanda en contra con el argumento de que el Estado no puede erigirse en ejecutor de vidas inocentes aunque la intención sea la de salvar otras vidas.

Entre los demandantes se encontraba el político Gerhart Baum, exponente del liberalismo de corte tradicional quien durante su época como ministro del Interior, a finales de la década de los años setenta, apostó por un diálogo con los terroristas de la Fracción del Ejército Rojo (RAF).

Los magistrados señalaron que la ley, aprobada durante el gobierno socialdemócrata-verde, viola la dignidad humana.

"La protección de la dignidad del hombre es estricta y no puede abrirse a limitaciones", del tipo que sean, señaló el presidente de la sala Hans-Jürgen Papier, al argumentar la sentencia.