Abdul Hasib Castiñeira es el director de la mezquita de Granada. Nacido en Pontevedra, se convirtió al Islam en los años 70. Su DNI aún conserva su nombre original: Ramón. Ante el conflicto por las caricaturas de Mahoma, pide respeto a su fe yy cree que los musulmanes son objeto de una campaña de propaganda en su contra, instrumentalizada por Estados Unidos.

-¿Es obligatorio cambiar de nombre si uno se convierte al Islam?

-No. Es una tradición. El musulmán procura que su nombre tenga significado.

-¿Qué significa Abdul Hasib?

-Significa "siervo de Dios".

-¿No cree desproporcionada la polémica por las caricaturas de Mahoma? ¿No parece exagerado que, por unos dibujos, haya muertos?

-Hubo una reacción salvaje y desproporcionada, pero que se produjo en los países que están hartos, en el colmo de su aguante, porque están invadidos militarmente. Ha ocurrido en Palestina, en Afganistán, en Irak y en Irán, un estado acosado por la amenaza de EEUU.

-¿Pero no es una polémica demasiado grave para lo que parece un tema menor?

-Un tema menor les parece a los europeos y a los americanos. Hay algo que los occidentales ya no entienden. La generación de nuestros padres y abuelos sí lo entendía, pero nosotros ya no. Y es que hay cosas que no son tangibles, como el honor o los valores espirituales, que justifican incluso que la gente sacrifique su propia vida. En la sociedad laica, marcada por el materialismo, por el consumismo y por la frivolidad, las conciencias de la gente se han degradado. Y no entienden que la gente tenga amor por su profeta y les parezca tan sagrado y tan inviolable que puedan desatar cualquier forma de protesta.

-¿Cree que debería haberse censurado la revista que publicó las caricaturas?

-Creo que la revista danesa que publicó esas viñetas es de extrema derecha. Está demostrado. Y esto tenía una intencionalidad. Fue un acto muy meditado de provocación. Querían ofender al Islam.

-¿Y qué opina de las reacciones políticas posteriores?

-Aterradoras. Porque, luego, ha salido todo un coro de personajes echando más leña al fuego. Como el ministro italiano que ha pedido al Papa que encargue una nueva cruzada. ¡Todo un ministro del gobierno italiano! ¡Es lamentable!

-¿Cree entonces que existe una animadversión intencionada contra el Islam?

-Existe, desde el atentado de las Torres Gemelas, una estrategia, diseñada por Washington y Tel Aviv, de hacer ver que el peligro y la mayor amenaza para la civilización es el Islam. Y, en ese juego, entra todo el que por ignorancia o por odio, quiere entrar en ese juego, que es falso.

-¿Qué momento vive el Islam? ¿Hay en España una comunidad musulmana fuerte?

-Hasta hace cinco años, cuando ocurrieron los ataques terroristas de Nueva York, había un despertar del Islam en Europa y América. Algunos, aceptándolo como su forma de vida y otros, como fuente de inspiración intelectual. A partir de 2001, las cosas han cambiado. Ahora, todo el mundo está intoxicado de una propaganda negativa virulenta y militante contra el Islam.

-¿Es esto lo que Huntington predice en su teoría del "choque de civilizaciones"?

-La teoría del choque de civilizaciones de Huntington es el producto, el encargo, de un grupo de estudio del Departamento de Estado de EEUU, dirigido por los neocons. No es un estudio serio. Ni responde a una base científica. El choque de civilizaciones es sólo la doctrina de un sistema imperial, como en otro tiempo fue la Guerra Fría.

-¿Está más de acuerdo con la Alianza de Civilizaciones que propone Zapatero?

-Por supuesto. Lo primero que hizo el gobierno socialista fue desligarse de la complicidad con la operación de Irak. Y eso habló más que mil discursos. Y su carta junto a Erdogan ha sido una magnífica noticia.