Se supone que el objetivo de las AA.VV. es tratar de mejorar la calidad de vida y el bienestar de sus vecinos, ofreciendo, como así lo hacen, actividades, cursillos y ocio en general.

De ahí que gestionar dichas asociaciones con los ingresos que cuentan, entiéndase subvenciones y aportaciones anuales de sus asociados, no debe ser tarea fácil dado, como se sabe, tanto las arcas públicas como los bolsillos de los particulares no están cómo para lanzar cohetes. Por ello, es digno de elogio la desinteresada labor que realizan los miembros de sus juntas directivas para poder realizar dicha labor y hacer cuadrar los números.

Teniendo en cuenta estas premisas, les relato lo que nos está sucediendo en Candeán.

Somos el Chegamos, un equipo de fútbol inscrito en la Liga de Veteranos de Redondela, y que desde hace 20 años veníamos jugando nuestros partidos de casa en el campo de fútbol de Candeán, ya que de aquí somos una gran parte de la plantilla.

Por utilizar dicho campo de fútbol teníamos la obligación de hacernos socios de la Asociación Vecinal de Candeán y pagar 10 euros más que el resto de asociados que no utilizan su campo de fútbol, es decir 30 euros año persona, recaudando dicha Asociación algo más de 600 euros anuales.

Hasta aquí la lógica y la razón se imponen, y obviamente ningún miembro de la plantilla se opuso a tal medida, aunque en algún caso conllevara tener que hacerse socio de una parroquia que no era la suya.

La sorpresa nos llegó cuando nos comunican que nos tienen que equiparar el pago de las demás secciones deportivas (juveniles, cadetes, etc.) es decir 65 euros, lo que suponen un 117% más de lo que veníamos pagando hasta ahora, pero todavía nos causa más sorpresa el ser perfectamente conocedores que nosotros al contrario de dichas secciones, no tenemos preparador físico, ni entrenador, ni utilizamos el campo los días de semana, tampoco nos entregan balones, ni equipaje, incluso en ocasiones cuando por coincidencia horaria juega cualquier otro equipo de Candeán utilizamos un campo anexo al principal cuya calidad y dimensiones son inferiores. Nosotros, como veníamos haciendo desde hace 20 años, solamente utilizamos el campo de fútbol dos domingos a las 9 de la mañana, lo abrimos, marcamos el terreno de juego y nunca hemos hecho madrugar a nadie de la junta directiva. Jugamos nuestro partido, nos duchamos y nos vamos.

Y como quiera que ahora el talante está de moda, intentamos llegar a algún punto de acuerdo, ofreciendo una suba razonable (más del IPC), o pagamos sólo la utilización del campo, prescindiendo de los demás beneficios que aporta la Asociación Vecinal, pero la respuesta, (insisto, siendo perfectamente conocedores de los hechos anteriormente mencionados), seguía siendo la misma, cobrar igual que al resto, pero eso sí con las mismas prestaciones que ahora, una vez cada dos domingos, etc.

Ante la irracionalidad, nos hemos visto obligados a buscar otra solución que no es otra que ir a jugar al campo de fútbol del Chapela (a 500 metros del de Candeán) y que por supuesto cobrarán los 600 euros que hasta ahora se quedaban en nuestra parroquia.

Me comentó un conocido de Chapela que las reiteradas solicitudes de ayudas a las distintas Administraciones para mejoras en nuestra parroquia, no las lograba entender, ya que sí podían permitirse el lujo de asumir bajas de socios y consecuentemente sus aportaciones; una de dos o tienen mucha demanda de equipos dispuestos a pagar 65 euros por persona por jugar los domingos a las nueve de la mañana o es que en Candeán vamos sobraos, y de esto doy fe que no es cierto.

Gonzalo Trigo Míguez - Vigo