Armadores y sindicatos de la industria pesquera reclamaron condiciones laborales justas e igualdad en las reglas del juego entre países, así como con otros sectores económicos, y defendieron el papel de los pescadores como guardianes para conservar los océanos con motivo del Día Mundial de la Pesca. Esta jornada, impulsada por Naciones Unidas, conmemora cada 21 de noviembre la importancia de una actividad que da trabajo a 200 millones de personas (incluidos empleos indirectos).

España es la primera potencia pesquera de la Unión Europea (UE), con 8.884 barcos y más de 30.000 tripulantes. El director general de la patronal europea de armadores Europêche, Daniel Voces, apuntó que en foros internacionales, como la reciente cumbre del clima en Glasgow (Reino Unido), “se habla mucho de conservación pero no de gestión” y se apunta a los pescadores a la hora de imponer medidas ambientales. Según Voces, la flota de la UE (80.000 buques) ha reducido un 18 % sus emisiones de gases de efecto invernadero en diez años y un 48 % desde 1990, además de constatarse, desde entonces una mejora de las pesquerías y un uso de las tecnologías más sostenibles. También recalcó que se persigue a la pesca y “se utiliza como distracción de los problemas reales de los océanos”, aludiendo especialmente a las propuestas del Pacto Verde europeo.