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Veinte años explotando el I+D del mar

La plantilla del Cetmar frente al edificio, situado en Bouzas. Marta G. Brea

Cuando se fundó, el presupuesto todavía se contaba en pesetas. En concreto, eran 1.155 millones (6,9 millones de euros al cambio), pensados para sus dos primeros años en funcionamiento, tal y como rubricaron en un convenio el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés. De aquella firma han pasado ya 20 años y si bien los trabajadores han ido creciendo, la dirección se ha renovado y los proyectos han ido variando, el espíritu es el mismo. El Centro Tecnológico del Mar-Fundación Cetmar sopló este año las velas de su simbólico aniversario tras la realización de casi 600 acciones (entre encargos y proyectos) pensados por y para la sociedad. Cuidado del medio marino y de sus recursos, la innovación tecnológica en todas sus vertientes, la cooperación internacional, la formación o la diversificación del tejido industrial son solo una parte de los trabajos que se llevan a cabo en la sede el centro, situado en Bouzas. “La clave son los resultados que alcances y la transmisión de estos a la sociedad, que en última instancia es para lo que se trabaja”, recuerda la cuarta directora gerente de este organismo sin ánimo de lucro, Paloma Rueda.

La firma de aquel convenio que supuso el pistoletazo de salida para el centro fue en 2001. El emplazamiento elegido fue Vigo y, más concretamente, Bouzas. Para ello, las autoridades decidieron renovar por completo el inactivo Canal de Experiencias Pesqueiras, un edificio que ocupaba un área de 2.348 metros cuadrados que hoy explota el centro tecnológico con sus modernas instalaciones.

Fraga decía entonces que el Cetmar estaba llamado a ser “el impulsor y soporte de un sector fuerte y competitivo, capaz de crear empleo de alta cualificación”. Hoy el organismo dependiente de un patronato formado por 17 entes (consellerías, con la del Mar al frente, ministerios, universidades, patronales y centros de investigación) cuenta con una treintena de trabajadores en plantilla, prácticamente todos de corte técnico, a los que suman especialistas para desarrollar las decenas de proyectos anuales. “Es gente técnicamente buena y muy preparada, que nunca baja los brazos”, señala Rueda.

Antes de esta bióloga, que lleva 12 años en el cargo, estuvieron como directores el exconselleiro Amancio Landín (2001-2005), el catedrático de la Universidad de Vigo Manuel Varela (2005-2007) y el investigador Alberto González-Garcés (2007-2009). Hoy bajo la batuta de Rueda se coordinan las siete especialidades que explota el Cetmar: Control y gestión del medio y de los recursos; cooperación internacional; formación; promoción y transferencia de tecnología; socioeconomía de la pesca; tecnología de los productos pesqueros y la unidad de tecnologías marinas.

En números, durante sus 20 años de existencia el Cetmar trabajó junto a más de 1.800 socios de casi 60 países con iniciativas vinculadas al sector marítimo-pesquero e incluso acuícola. Para ello, accedió a los principales programas de ámbito autonómico, nacional, europeo e internacional. “El objetivo es acceder cada vez a convocatorias más grandes”, explica Rueda, que no olvida la vocación de servicio del ente con la sociedad y, cómo no, con el sector pesquero. Cetmar tiene cuerda para rato, cuerda para seguir explotando el I+D del mar.

Paloma Rueda. | MARTA G. BREA

"La innovación es cuestión de fe; la realidad confirma que sin eso no hay futuro"

Paloma Rueda - Directora del Cetmar

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Paloma Rueda (62 años) es licenciada en Biología y desde 2009 ejerce como directora gerente del Centro Tecnológico del Mar, el Cetmar.

–20 años después... ¿se lo esperaba?

–Es una satisfacción, mía y de todos los trabajadores. Es un centro pequeño, con medios limitados. A base de tesón, de insistir y de la buena preparación nuestro “jovencito” Cetmar ya tiene 20 años.

–Y con Vigo como casa, ¿cómo surgió su implantación aquí?

–La constitución de Cetmar se firmó en 2001 y en aquel momento se estaban pergeñando muchas cuestiones relacionadas con la Política Pesquera Común, de la financiación estructural (que luego fueron los fondos FEMP) y otros cambios que eran muy transcendentales. Pareció oportuno que, dado el peso de Galicia y de Vigo en la pesca, se hiciera.

–Y acabó en Bouzas.

–Aquí estaba el Canal de Experiencias Pesqueiras, que nunca llegó a ser operativo porque tenía poco espacio y simular el mar ahí era casi imposible. Se aprovechó el edificio, que era de la Autoridad Portuaria de Vigo, y como uno de los iniciadores fue Enrique López Veiga… Fueron una serie de circunstancias las que lo propiciaron.

–¿Cómo explicaría su labor a alguien que no conozca Cetmar?

–Somos una mesa en la que se sientan la administración, la investigación y las industrias que trabajan en el sector del mar. Les informamos técnicamente de lo que tienen que hacer porque la legislación lo marca, de los problemas que hay, los nuevos materiales… O bien son ellos mismos los que pueden demandar soluciones para los nuevos problemas que se van planteando. Tenemos líneas en las que trabajamos, como las que tienen que ver con la basura marina o la contaminación. Todo esto se hace para retornar a la sociedad lo que se ha invertido en formarnos a todos nosotros. Es una manera de cerrar el ciclo.

Infografía que resume la actividad de Cetmar. Cetmar

–¿Cuántos proyectos se han realizado desde entonces?

–En total son casi 600 acciones. Solo el año pasado tuvimos unas 64. Nosotros diferenciamos lo que es un proyecto de concurrencia competitiva de lo que es un servicio o un trabajo que no encarga una administración o empresa. Fueron 32 proyectos y 32 servicios.

–Cetmar nació para “mejorar la innovación y competitividad” en el mundo del mar, ¿se ha conseguido?

–No lo digo yo, está demostrado documentalmente. Lo digo con pasión, porque dio mucho trabajo. A la gente que trabaja le gusta lo que hace, es gente comprometida. La innovación es cuestión de fe y convencimiento, luego la realidad confirma que sin eso no hay futuro. No hay otra forma de progresar. Y hay que hacerlo de forma cooperativa, ya que nadie puede hacerlo por sí solo.

–¿Qué se puede esperar del Cetmar de cara al futuro?

–Cetmar hace lo mismo que hace 20 años, prestar estos servicios para obtener productos que repercutan en beneficio de la sociedad. Es una labor que es tremendamente necesaria y el centro fue pensado para eso. Además, hay mucho que hacer, porque la UE está continuamente marcando nuevas directivas y las cosas cambian. Cuando más las conozcas, más preparado estarás para tomar la mejor decisión.

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