La Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) tiene, desde ayer, nuevo presidente. O mejor dicho, presidenta. La armadora María del Carmen Chamorro se convirtió por aclamación en la primera responsable de la principal organización cerquera de la comunidad, que representa a 117 de los 150 barcos que hay de este segmento. La de Nigrán reemplaza al redondelano José Manuel Saavedra y se coloca como la cuarta persona que lidera la asociación desde su fundación en 2013.
Acerga celebró ayer elecciones para designar a un nuevo presidente. La de Chamorro fue la única candidatura, por lo que salió elegida por aclamación. Como explica el portavoz de la asociación, Andrés García, el resto de la junta directiva se renovará “entre esta semana y la que viene”.
Chamorro es la armadora del buque Cha Veiga, una de las embarcaciones de mayor tamaño de las que trabajan desde la ría de Vigo. De color blanco, el cerquero tiene 20 metros de eslora y su puerto base –según figura pintado en el puente– está en Panxón.
La de Nigrán se convierte de esta forma en la primera presidenta que tiene la asociación, que nació en 2013 para intentar hacer frente a la escasez de cuotas pesqueras a través de un reparto equitativo entre todos sus miembros. El primer presidente fue Antonio Pérez, de Sada, que ejerció durante un año (entre enero de 2013 y enero de 2014). A este le sucedió Juan José Blanco, de Portosín, que se mantuvo en el cargo hasta mayo de 2019, en el que se apartó “por motivos personales”. En ese momento fue Saavedra, armador del Colomba Tercero, entró “en funciones”. En las elecciones de agosto de aquel año resultó elegido, pese a su intención era la de no seguir, como indicó en una entrevista con FARO. En su día también había sido el presidente de la asociación Cerco, integrada en la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI).
Chamorro recoge ahora el relevo y se hace con el mando de una organización que no ha parado de crecer desde su creación y hasta aglutinar al 78% de los barcos de cerco de Galicia, la flota de este segmento más grande de España que además está constituida como organización de productores pesqueros desde 2018 (bajo el nombre OPP-82).
Entre los retos a los que tendrá que hacer frente la presidenta está la situación postpandemia, la falta de relevo generacional, los altibajos en las cuotas de pesca disponibles o los planes de producción dentro de las OPP, además del impulso de las vendedurías de Acerga de Vigo y A Coruña.
