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Shanghái diseña la gran expansión de Albo: supermercados y todos los “amazon” chinos

Acto promocional de productos de Shanghái Kaichuang SKMI

Albo es la gran enseña de Shanghai Kaichuang Marine International. La marca gallega, cuyos orígenes se remontan a 1869, es la referencia principal de la compañía asiática, filial a su vez del gigante alimentario Bright Food. Albo es la pata de su gran estrategia de integración vertical, de la mar al plato.

La conservera viguesa está presente en los gigantes online Tmall, JD o Pindoduo, con más de 1.500 millones de usuarios activos | El auge de la clase media, clave para la empresa

Kaichuang tiene megaarrastreros –ha contado con algunos supervivientes de la serie Vigo, construidos en Vulcano y Naval Gijón a principios de los noventa–, cerqueros congeladores y buques frigoríficos (reefer). “El pescado se vende en el mar o se envía de regreso a China para su venta, y parte se transforma en la planta de procesado que tiene la empresa en Islas Marshall”, refiere su memoria anual, publicada esta semana. Con la pesca extractiva en declive –la todopoderosa flota asiática redujo un 4% sus capturas en 2020– y la estrechez de los márgenes, la estrategia pasa por comercializar la proteína marina con mayor valor añadido. Ahí es donde Albo juega un papel determinante. Sobre todo, ante una economía, la china, que encara un lustro de crecimiento y un claro avance de la clase media. Los hogares podrán no solo elevar la compra de pescado, sino de elaboraciones de calidad. Más caras que el granel. Las conservas de Albo, producidas principalmente en Vigo, se han introducido ya tanto en los supermercados físicos chinos (canal retail) como en los colosos de internet. Ese es su camino.

Productos de Albo en un hipermercado

Productos de Albo en un hipermercado

Buena parte de los planes de Albo, y del grueso de la industria pesquera china, recaen sobre los objetivos del XIV Plan Quinquenal del Gobierno chino

“La entrada de conservas de Albo en la red (minorista, en los súpers) nace de la intención de la empresa de construir una cadena industrial desde la mar al mercado, optimizando la estructura de consumo de los productos nacionales”. Estas conservas Made in Galicia se pueden adquirir en Shanghai, Pekín y Guangzhou desde hace más de un año, pero el grupo ha apostado ahora por redoblar su presencia física. Una expansión “en pleno apogeo”, describe la sociedad. Es un pilar fundamental para “mejorar la visibilidad de los productos Albo en China”. Que se conozca su imagen, con una potente inversión en marketing para dotar a las conservas del mejor escaparete posible en cadenas como Lianhua, Yonghui, eJoy o Carrefour. En todo caso, el primer mercado internacional para los productos de la conservera es Suiza, como constatan las cuentas anuales, con buena penetración en Estados Unidos o Canadá –una de las filiales de Shanghai Kaichuang es French Creek Seafood (Vancouver)–, además de en toda Europa.

 

CLAVES

Mejora de las ventas en 2020

Albo superó los 99 millones de volumen de ventas en 2020, tras registrar un incremento de más del 4%. El resultado neto se resintió por los costes en prevención por la pandemia y de materias primas, pero fue positivo.

Tiendas físicas y tiendas “online” La estrategia de Shanghai Kaichuang para Albo es doble.

La mejora de su posicionamiento en las tiendas físicas va en paralelo a la introducción de las conservas en los mayores portales digitales del país: Tmall, Jinbo Express, Taobao, Pindoduo o JD.com.

 

Y, en paralelo, está la irrupción de Albo en los denominados marketplaces, en los amazon chinos. Su nombre está en casi todos; estos portales suman más de 1.500 millones de usuarios activos al mes. Tmall, Jinbo Express, Taobao, Pindoduo y JD.com. Son los mayores referentes de venta online del país más poblado del mundo. Los directivos del holding asiático, participado por el Estado, lo tienen claro: “expandir activamente los canales de venta en el extranjero, con atención integral a los clientes”. Aunque sea a distancia. De momento, su estrategia no ha caído en saco roto. En un año marcado por la pandemia del COVID, la conservera superó los 99 millones de euros en ventas, tras registrar un incremento interanual superior al 4%. Lo que sí se resintió fue su resultado neto, que se vio recortado a la mitad. Aun así fue positivo, de 2,3 millones. “El coste de las medidas de prevención y de las materias primas ha aumentado drásticamente” como consecuencia del coronavirus. Los buenos datos de Albo obedecieron también a la mayor actividad de Estelas Trading, constituida a cierre de 2019 para implementar la importación, exportación y distribución de las conservas de Vigo. Esta sociedad ha suscrito de hecho acuerdos con la plataforma de distribución Guangming Group, para “aumentar la penetración” de sus productos. La futura planta de Hijos de Carlos Albo en la Plisan, con un coste total de 30,4 millones, elevará la capacidad de producción del grupo. 

Productos de Albo en Jingdong

Plan Quinquenal

 Buena parte de los planes de Albo, y del grueso de la industria pesquera china, recaen sobre los objetivos del XIV Plan Quinquenal del Gobierno chino, para los años 2020-2025. El anterior, expone la memoria de Shanghai Kaichuang, “obtuvo resultados notables, con un suministro suficiente de productos marinos, precios estables y una correcta estructura industrial”.

Un barco pesquero de Albo

El actual planteamiento pretende ser un “periodo clave de transición” para la pesca en aguas profundas en China, cuyos caladeros han sido seriamente depravados por años de actividad masiva y sin control. “Durante el periodo del XIV Plan Quinquenal, [la intención pasa por] centrarse en mejorar la competitividad internacional de las pesquerías de atún, consolidar y mejorar las pesquerías transoceánicas y avanzar en la capacidad pesquera con el uso de la tecnología”. Por supuesto, anticipando ese incremento en el poder adquisitivo de los ciudadanos chinos.

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