La Guardia Civil ha desmantelado una red internacional que introducía en España almeja japónica ilícita proveniente de Portugal. En la operación Txuspas se han detenido e investigado a 43 personas (39 españoles y cuatro portugueses), se han realizado seis registros y siete inspecciones y se han intervenido 38,5 toneladas de esa especie. Coordinada por la Europol, la operación se centró en Cantabria y Asturias, con un total de 11 empresas involucradas.

Según el Seprona, la investigación se inició el año pasado a raíz de la intoxicación de 27 personas en distintos restaurantes de Cantabria y Asturias. Los investigadores han logrado demostrar la existencia de un grupo organizado dedicado a la extracción ilegal de los bivalvos en Portugal y su posterior comercialización a través de viveros españoles, una operación similar a la llevada a cabo en Galicia el año pasado, en la que se investigaron una veintena de depuradoras en la comunidad.

La investigación actual, tutelada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Santander, ha permitido conocer la connivencia entre los suministradores de la almeja japónica y los responsables de los viveros, los cuales mezclaban los bivalvos intoxicados con la almeja adquirida legalmente, al objeto de hacer perder la trazabilidad. Así, ante una posible intoxicación, resultaría imposible determinar el origen.

Asimismo, los responsables de los viveros utilizaban documentos falsos de estuarios portugueses con el fin de enmascarar la procedencia real de la almeja.

Con la colaboración de las autoridades portuguesas, en octubre se frustró el último envío de la organización, aprehendiéndose 2,5 toneladas de almeja japónica contaminada en suelo luso.

Los principales dirigentes y transportistas han sido detenidos en España y en Portugal tras ser seguidos y controlas en las entregas y cobros. Sobre los furtivos que extraían los bivalvos la investigación determinó que se trataba principalmente por personas de Europa del Este con escasos recursos económicos.