El mahi-mahi, o perico, está desapareciendo de los menús en los restaurantes norteamericanos. El motivo son las bajas importaciones y el alto precio debido a las escasas capturas y también a los rechazos por parte de la Food and Drug Administration (FDA), encargada de la supervisión de alimentos o medicinas en Estados Unidos.

A lo largo de 2016 la FDA paralizó la entrada en el país de casi 300 contingentes de este pescado, el que más. Por eso, según informa Undercurrent News, la disponibilidad de la especie en el mercado estadounidense ha bajado, lo que hizo que el producto congelado alcanzara precios récord en este comienzo del año.

El caso del mahi-mahi congelado, este mes se paga allí a 8,75 dólares la libra (unos 16,2 euros el kilo), lo que quiere decir que en febrero el precio aumentó casi 2,5 dólares la libra (unos 4,5 euros el kilo) en comparación con el mismo mes el año pasado.

En lo que respecta a los precios del pescado fresco, los que pescan unos 6,8 kilos se pagan a 6,85 dólares la libra (casi 13 euros el kilo), cuando promediaron 6,11 dólares (unos 11,4 euros) en febrero.

Según el mismo medio, se trata de "precios muy por encima de la media de los últimos cinco años" en esta época del año. De hecho, normalmente, el mercado de mahi-mahi fresco no llega a estos niveles de precios hasta los meses de verano, cuando los inventarios alcanzan un punto bajo.

El Niño

Sin embargo, los inventarios ya están bajo mínimos, porque a los rechazos de la FDA hay que sumar la mala temporada de pesca que está teniendo la flota en el Pacífico. Al igual que sucedió con los cefalópodos, la especie también se vio afectado por el fenómeno de El Niño y sus capturas se vieron resentidas. La campaña de pesca en América Central y del Sur generalmente se extiende de octubre a marzo.

Empresas como Pescanova, Profand, Interatlantic Fish y Marfrío-Vieira Perú elaboran esta especie. En el caso de la firma de Chapela, el mahi-mahi era su apuesta para entrar en el mercado de Estados Unidos.