Novela negra

Camilla Läckberg: xenofobia, misofobia y novela negra

El éxito de ventas de ‘El mentalista’ ha reunido de nuevo a Camilla Läckberg y Henrik Fexeus para publicar la continuación, ‘La secta’

Camilla Läckberg.

Camilla Läckberg. / L. O.

Raquel Espejo

Volvemos a encontrarnos con Vicent y Mina tras su periplo anterior en ‘El Mentalista’. Mina y su equipo se encuentran con una serie de secuestros de niños que desembocan en asesinatos. Los menores tienen en común la edad de cinco años y los secuestros se realizan a plena luz del día. Sin embargo, no hay casi pistas y las que aparecen son casi códigos y están en clave. Mientras, Vicent, en su casa está empezando a recibir cartas encriptadas a las que en principio no hace mucho caso y que serán clave en la resolución de los asesinatos.

Vicent y Mina en estos dos años no han tenido contacto alguno y veremos cómo se han ido resolviendo los problemas que tenían en sus vidas o cómo se han ido agravando y también desde la perspectiva del lector conoceremos cómo esos problemas están directamente relacionados con los asesinatos y el grado de implicación en la que están sumidos nuestros protagonistas.

Una secta, epicúrea, maquillada al gran público como ejercicios de comprensión personal, evaluación y desarrollo en singular y para grandes empresas es el ojo del huracán y el primer punto de fuga de la resolución de los asesinatos. Poco a poco iremos adentrándonos en la resolución y bajo la capa superficial de la connotación de secta iremos conociendo la xenofobia, la extrema derecha, la manipulación, la captación que realizan y la locura. Mina y Vicent serán el contrapunto de cómo los problemas psicológicos también pueden tratarse y superarse en la medida de lo posible.

La novela explora temas como la manipulación religiosa, el poder y la corrupción, así como las complicaciones de las relaciones personales. El ajedrez, las matemáticas, los problemas de la maternidad y la conciliación familiar son los hilos que tejen esta novela, predecible a veces, pero no aburrida por ello, porque hasta el final no se conocerá la verdadera realidad del misterio.

Con ritmo medio, nada de agitaciones, la investigación avanza entrelazada con la historia de los protagonistas en los que tanto Camilla como Henrik dejan muchas páginas para su descripción. Vicent es sin duda un personaje que en cuanto se pone a desarrollar su trabajo como mentalista abre la puerta a un mundo interesante y curioso. Mina también muestra un personaje especial y agobiante que va superando traumas y alcanzando cierto equilibrio conforme se va desarrollando la trama central.

Este nuevo thriller se ha distribuido de forma simultánea en Latinoamérica y es que el tándem Läckberg–Fexeus es un éxito de ventas ya que el mentalismo y el ilusionismo le dan a la novela negra otro aire y otras características. En esta segunda entrega se deja la puerta abierta a esta para de detectives para que vuelvan a trabajar juntos.

A pesar de ser el segundo libro de una trilogía no es imprescindible la lectura del primero para éste, pero sí es necesario si se va a seguir leyendo la saga y es que no podremos evitar leer fogonazos del primer libro y el primer caso que desarrollan los detectives que aunque nos darán luz en la lectura actual también nos revelarán secretos de aquel.

Novela negra al estilo sueco, con la salvedad de esta conjunción de escritores, que a pesar de no gustar a todos, ahí están los datos y las ventas y a quienes hay que reconocerles esa nueva aportación original que da el mentalista dentro del desarrollo psicológico de personajes o para la resolución de los casos. Camilla con más de treinta millones de ejemplares vendidos en sesenta países y Fexeus con más de millón y medio de ejemplares en veintiocho idiomas son un amplio respaldo para presentarse ante el lector.

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