Sanidade pospone el plazo de cambio de hospital hasta el nuevo concierto con Povisa

Pacientes y médicos de Primaria alertan de demoras en Cardiología del concertado

Ribera Salud alega que reestructuró el servicio, pero “funciona con total normalidad”

Fachada principal del Hospital Ribera Povisa.

Fachada principal del Hospital Ribera Povisa. / José Lores

El concierto singular que mantienen el Servizo Galego de Saúde (Sergas) y Povisa introdujo en su última renovación, en 2014, la posibilidad de que todas las personas que reciben atención especializada pública allí puedan optar por cambiarse al complejo público una vez al año. Y parte de la población que atiende el Chuvi tiene también la opción contraria.

Para solicitarlo, se abría un plazo en el mes de noviembre, pero se cambió a mayo en el acuerdo que la administración alcanzó en 2018 con el centro concertado para que pudiera salir del preconcurso de acreedores. El año pasado se trasladó a octubre, según explicó la Consellería de Sanidade entonces, por la huelga de la plantilla en primavera, que se desconvocó in extremis. Este mes tampoco se ha abierto. “Se producirá con la renovación del concierto, como el año pasado”, explican desde el departamento ahora liderado por Antonio Gómez Caamaño.

¿Y cómo va la renovación del concierto? No hay información al respecto. Este acuerdo por el que reciben asistencia especializada alrededor de 120.000 personas del área discurre ya por su segunda prórroga y vence el 31 de agosto, sin posibilidad de prolongarlo más, según ha asegurado hasta ahora la Xunta. Faltan tres meses y un día. Desde la consellería señalan que están “trabajando en el tema”.

El Hospital Ribera Povisa llega a estas negociaciones en una situación delicada. El centro ha cerrado sus últimas ocho cuentas anuales –hasta 2022– con números rojos. Corresponden con los ejercicios en los que ha estado vigente el concierto. En la firma de la última prórroga, el Sergas le concedió una mejora millonaria al pasar de cobrar 516 a 540 euros por tarjeta adscrita.

Cardiología

No solo en las cuentas están los problemas del centro concertado. Algunos servicios están padeciendo importantes demoras en las citas por la salida de profesionales del centro.

A principios de año trascendió el caso del Servicio de Urgencias, con la fuga de una decena de sus médicos –un tercio de la plantilla– en tres meses. No es el único. Los retrasos en consultas y estudios de Cardiología han provocado no solo las quejas de pacientes, sino también de médicos de familia del Sergas que los derivan. Esta semana se ha celebrado una reunión al respecto entre las partes implicadas.

Antes era un servicio con una atención muy rápida y ahora tardan demasiado en estudios de casos que incluso han sido derivados a urgencias en ambulancia”, cuentan facultativos de centros de salud, que aluden a anginas de pecho o arritmias graves.

O el caso de un paciente con indicación de una operación de la mayor prioridad –la 1– en otra especialidad al que no le aprobaban el preoperatorio hasta no contar con unos resultados de Cardiología por los que llevaban esperando seis meses. Unos veinte días después de que le indicaran la operación y sin que le llamaran ni respondieran a sus quejas, se fue a la privada.

Con refuerzos de otros hospitales de Ribera

“El Servicio de Cardiología se ha reestructurado en los últimos meses, pero funciona con total normalidad. No tenemos agendas canceladas y se atienden a todos los pacientes”, garantiza Ribera Povisa y asegura que cuenta con “cinco especialistas a los que se unirán otros dos en las próximas semanas”.

Además, reconoce que ha traído a tres profesionales de otros centros del grupo para consultas los fines de semana. Alega que se trataba de un “pico de demanda puntual”. Sostiene que “las consultas se atienden con unos tiempos de espera dentro de los parámetros adecuados” y afirma que los mejorarán “en muy poco tiempo”.

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