Santórum presume en escuchas que podía "tocar" a mandos policiales sobre el alijo del 'Karar'

Al principal acusado del transporte de 3,8 toneladas de cocaína se le escucha hablando desde un coche hablando con sus supuestos socios en las horas previas al abordaje policial del buque

El gallego a bordo se confiesa culpable

Los acusados, con Santórum al fondo, en el juicio en la Ciudad de la Justicia.

Los acusados, con Santórum al fondo, en el juicio en la Ciudad de la Justicia. / Marta G. Brea

Efe

El principal acusado del alijo de 3,8 toneladas de cocaína del MV Karar en abril de 2020, Juan Carlos Santórum, presume de poder "tocar" a mandos policiales en las conversaciones que mantuvo con sus socios en las horas previas al abordaje del buque, que fueron interceptadas por la policía y forman parte del sumario de la causa.

En la sexta jornada del juicio que se sigue en la sede de la Audiencia Provincial de Pontevedra en Vigo ha declarado el funcionario de Aduanas acusado en este proceso, Pablo S., para el que pide Fiscalía 19 años y medio de prisión, y fue en su declaración, en la que ha solo ha respondido preguntas de su abogado, cuando se han reproducido en sala varias conversaciones de los procesados.

Así, en una grabación del 23 de abril de 2020 registrada en un vehículo, Juan Carlos Santórum y Braulio V. perciben que están siendo investigados, hablan sobre cargos de las fuerzas y cuerpos de seguridad con los que poder contactar para obtener información y el supuesto principal cabecilla dice que en la Udyco puede "tocar" y también en Vigilancia Aduanera, pero "cuanto más se toca, más hay que pagar".

El aduanero apunta a altos mandos de la Udyco

El funcionario de Vigilancia Aduanera ha relacionado los nombres que salen en la conversación con altos mandos de la Udyco (Unidades de Droga y Crimen Organizado), un inspector del Greco (Grupos de Respuesta Especial para el Crimen Organizado) y al inspector policial que fue detenido recientemente en Vigo, en una investigación de asuntos internos, por su presunta relación con el narcotráfico y que es el principal testigo de la Fiscalía en este juicio.

En otra conversación, esta del 25 de abril, entre tres de los procesados, Juan Carlos, Braulio y Emilio, dan otro nombre que el funcionario de Aduanas ha relacionado bien con un técnico de ese servicio, bien con un responsable del Greco.

Pablo S., al que le imputan delitos de tráfico de droga, grupo criminal, contrabando y blanqueo de capitales, y para el que piden, además de prisión, una multa de 1,47 millones de euros, ha rechazado su relación con el alijo y ha contado que estuvo de baja médica y de vacaciones cuando se desarrolló la operación que abordó el Karar.

Su abogado le ha preguntado si conocía a los procesados sentados a su derecha, tras él, y ha respondido que no, salvo a su mujer, momento en que la jueza le inquirió por los acusados que tenía a su izquierda, respecto a los que ha señalado a uno, René R., de quien, según el sumario, habría recibido dos bolsas con más de 300.000 euros en Madrid.

Su mujer, Mónica F., respondió a las preguntas de su abogada -no el de su marido- se ha desmarcado de los ingresos de su marido y ha contado que su viaje a Madrid -cuando ambos fueron detenidos- se debió a una consulta médica el 11 de junio de 2020.

Otro de los procesados, René R., ha negado que hubiera utilizado un teléfono satelital, que recibiera llamada alguna de uno de esos dispositivos o de un número portugués -relacionado con el caso-, y ha dicho que tampoco tenía relación con el buque Karar ni su carga.

Ismael C., que está en prisión por otra causa, ha manifestado ser "totalmente inocente" y ha recordado que en 2020 trabajaba de albañil en Sanxenxo y "estaba yonqui perdido".

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Marta G. Brea

El único gallego admite su culpabilidad en los cargos para reducir la pena

El único tripulante español del Karar, José Manuel B.G., que cerró el interrogatorio, ha respondido a todas las partes y se ha confesado culpable de los cargos que se le imputan por tráfico de drogas para tratar de que se le reduzca la pena -inicialmente le piden 13 años y medio-, aunque ha asegurado que no conoce a ninguno de los que fueron detenidos en Galicia en relación con la operación.

Ha relatado que viajó a Panamá en 2020 porque en diciembre de 2019 le ofrecieron un contrato de trabajo en España -se negó a decir el nombre de quien le contactó ni dónde- y que ya viajó con un papel con las coordenadas sobre dónde se iba a descargar la droga.

Fue en Panamá donde conoció a un responsable de la organización en América, que no está procesado -dejó el buque antes de zarpar- y del que ha dicho que le encargó como misión contar los fardos que entraban y los que iban a salir del buque, nada más.

Ha afirmado que la cocaína llegó al barco a principios de abril en dos lanchas, cada una con tres tripulantes, tras ponerse en contacto por radio con el buque con la contraseña 'Zeus'. Colocaron 72 fardos en babor y 82 en estribor (154 en total), cifra que anotó en la pizarra del barco.

La droga fue depositada en tanques que se cerraron con tornillos y él dejó un hilo en uno de ellos para saber si alguien abría la tapa. La descarga estaba prevista para la madrugada del 24 al 25 de abril, que fue cuando se produjo el abordaje.

Además, ha asegurado que la tarde anterior los hilos seguían puestos en los tanques -a tierra llegaron, presuntamente, un par de fardos menos-.

Braulio V., Sergio F., Pablo G., Marcos G. y José Yamandú han solicitado declarar al final de la prueba, algo que fue rechazado por la presidenta de la sala, se han acogido a su derecho a no prestar declaración y se han remitido a la última palabra.

El juicio se reanudará el 14 de mayo con la declaración del testigo principal de la Fiscalía si es que para entonces no sigue de baja médica.

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Los catorce acusados de Nepal y Bangladesh en relación con el alijo del 'Karar' saldrán este miércoles a las 19 horas del penal de A Lama tras haber agotado el tiempo máximo de prisión preventiva, cuatro años desde el abordaje del buque que transportaba cerca de 4.000 kilos de cocaína desde Colombia a Vigo.

En un auto que ha dictado la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, el tribunal deja en libertad a los tripulantes del Karar -eran todos de Nepal y Bangladesh a excepción de un gallego-, si bien les han retenido los pasaportes, según han explicado fuentes jurídicas.

Se les ha impuesto, además, la obligación de comparecer en juzgados de guardia los días 1 y 15 de cada mes hasta que se dicte sentencia y que estén localizados en todo momento.

Aunque sus abogados habían solicitado que, como ya prestaron declaración, no tuvieran que seguir acudiendo al juicio, dado que carecen de medios, tendrán que presentarse en la macrosala de la Ciudad de la Justicia de Vigo cuando se retome la vista, el 14 de mayo.

A partir de entonces, intentarán que las magistradas les den permiso para ausentarse del juicio hasta que concluyan las pruebas, algo a lo que no se ha opuesto el Ministerio Público.

No obstante, la semana pasada, la presidenta de la sala recordó que la obligación de los investigados es estar presentes en todo el procedimiento.

La asistenta social del penal de A Lama les había conseguido alojamiento en distintas partes de Galicia, si bien por cuestiones relacionadas con la religión los investigados han renunciado a esa ayuda.

Los 14 procesados de Nepal y Bangladesh aseguraron entre el lunes y el martes que no sabían que iban a transportar droga hasta que se enteraron cuando ya estaban en el buque, en Panamá, días antes de zarpar, y reconocieron los cargos que les imputan y por los que les piden 13 años y medio de prisión.

Además, en la causa hay otros 14 investigados, todos residentes en Galicia salvo uno de Colombia con residencia en Madrid.

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