Tres mujeres y una misión: reconstruir el PP de Vigo

El PP de Vigo tiene un destino incierto. Con una fuerza escasa en la Xunta, especialmente después de confirmarse que la mayor ciudad de Galicia no está representada por ningún conselleiro del nuevo gobierno autonómico designado por Alfonso Rueda, la agrupación local vive un momento de rearme para formar un proyecto que convenza a los vigueses en 2027. Y parece claro que su presente y futuro está en manos de tres mujeres: Patricia García, Luisa Sánchez y Ana Ortiz. Esta última, sin ir más lejos, no solo es delegada de la Xunta en la ciudad, sino también la persona que el partido designó tras la salida de Marta Fernández-Tapias para liderar la comisión gestora que dirige ahora el día a día de la formación.

En una entrevista a FARO realizada poco después de su nombramiento, la propia Ortiz reiteraba que su cometido era organizar el congreso que proclamará al nuevo presidente del PP de Vigo, pero no habló en ningún momento de ser ella misma esa futura líder que deberá rivalizar con Caballero en las elecciones municipales de 2027 para intentar recuperar el Concello olívico para las filas populares.

En este sentido, según apuntan distintas fuentes del partido, la persona que tiene ahora más apoyos para pilotar el PP tras un congreso que en todo caso no se celebrará hasta después de verano es Patricia García, expresidenta del Círculo de Empresarios de Galicia, diputada autonómica del PP y también concejala en la actual corporación municipal, donde asumió el acta tras la salida de Tapias. Es la figura que contaría con un mayor apoyo tanto de los pesos pesados de la agrupación local como de la militancia. Será nombrada además la próxima semana como la responsable de la Comisión de Empleo del PP de Vigo, otra prueba de la confianza que el partido tiene en ella.

La tercera mujer que tiene un papel clave en el Partido Popular olívico es Luisa Sánchez, que en apenas un año dejó su cargo como responsable financiera de Ribera Povisa para ir en las listas a las municipales del PP del año pasado, pasando por la jefatura de recursos humanos del área sanitaria de Pontevedra y ahora, además de ser concejala en la corporación municipal, es la actual vicepresidenta segunda de la Diputación y la cara visible del organismo provincial en Vigo, cargo que asumió tras la renuncia de Tapias. Habrá que ver si continúa con su meteórico ascenso político y se presenta también a ser presidenta del PP olívico. Parece que de momento no está en la terna y, según ha podido saber este periódico, no gozaría de los apoyos que sí tiene Patricia García.

La agrupación local tiene claro qué es lo mejor para el rearme del partido: que a ese congreso se presente únicamente una candidatura de consenso para evitar la división que se vivió por ejemplo en las últimas primarias, con el enfrentamiento entre Marta Fernández-Tapias y Javier Guerra.

Tampoco hay que descartar otros nombres para la futura presidencia del PP. Por ejemplo, un histórico del partido a nivel local como es Miguel Fidalgo, al que Rueda le ha mostrado su confianza en repetidas ocasiones, sin ir más lejos incluyéndolo en la lista de las últimas autonómicas. También es un peso pesado en la actual gestora, donde se encargará del área de Comercio y Turismo. A estas alturas tampoco se puede descartar en la carrera a Carlos Botana, actual presidente del Puerto de Vigo, que pese a su perfil técnico está muy bien visto en las filas populares.

La que fue líder del partido Elena Muñoz vuelve a tener fuerza en la agrupación y dirigirá la comisión de Facenda, mientras que Marián García llevará Igualdad y Marcos Araújo, Seguridad y Tráfico. Quien ha perdido apoyo ya para encabezar el partido en Vigo pese a que llegó a sonar como alcaldable es el ya exconselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña.

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