Los cámpines del área cuelgan el cartel de completo a falta de más de dos meses para el verano

El de Samil y Baiona tienen multitud de reservas para julio y agosto: “Rozaremos ya el 80%”, dice el gerente del negocio del Val Miñor

Aún con la resaca de Semana Santa donde el tiempo no acompañó lo más mínimo a cualquier plan, los vigueses y muchos extranjeros ya empiezan a diseñar sus vacaciones de verano. Y un ejemplo de ello son los cámpines, que tras abrir sus periodos de reserva para los próximos meses, muchos están cerrando las agendas para la temporada estival. Aún restan más de tres meses para la entrada de la temporada alta, pero lo cierto es que estos establecimientos se han convertido en los últimos años en un gran reclamo para locales y turistas que desean una vacaciones más naturales y adaptadas a sus necesidades.

Ejemplo de ello lo encontramos en los establecimientos de Baiona y Samil, donde de las ofertas para verano cuelga casi el cartel de completo. “Estaremos en torno al 80% para los meses de julio y agosto; hay muchísima demanda”, comenta Pedro Gómez, gerente del Camping Baiona Playa, con hasta 1.500 parcelas, muchas de ellas completamente renovadas. “El concepto del camping ha cambiado por completo. Ahora ya no es una alternativa secundaria, mucha de la gente que tenemos es fiel y nos llegan después de muchos años viniendo”, cuenta Gómez.

Situación pareja disfrutan en las instalación del camping de Samil. El principal establecimiento campista de la ciudad abrió sus puertas el pasado mes de marzo y tras una Semana Santa compleja por cuestiones climatológicas puede presumir de llenar con mucho tiempo de margen sus vacantes para los meses de verano, tal y como relatan desde el camping Playa Samil.

Illas Cíes y Ons

Las Cíes logran en abril su primer “lleno” del año

El barco a las Cíes, a rebosar. / Ricardo Grobas

Un poco más fríos, pero a “buen ritmo” se encuentran las instalaciones de Illas Cíes y Ons. Especialmente estas últimas, donde tienen ya cerradas varias semanas para el periodo estival. “El mes de agosto es el que siempre tiene más tirón, y también los festivos de julio. Poco a poco vamos llenando y tenemos semanas completas. La primera quincena de agosto es uno de os principales reclamos”, cuentan desde el camping isleño.

En el caso de Cíes, Óscar Costas, su encargado, relata que suele ser por el mes de mayo cuando se producen buena parte de sus reservas. “Sí tenemos muchas ya para julio y agosto pero es en mayo cuando empieza el verdadero movimiento. Poquito a poco vamos llenando las fechas”, confirma el gerente del alojamiento de Cíes.

Perfil

¿Y qué tipo de usuarios frecuentan los cámpines? De los consultados por este periódico, la respuesta ha sido casi unánime: “Familias y parejas especialmente. Podría pensarse que los grupos de amigos tiran muchos, pero suele ser un público más familiar o de parejas, que ya nos conoce y que quiere repetir porque le ha gustado determinada parcela o bungalow y, además, te piden el mismo. Nosotros tenemos once tipos diferentes por lo que muchos no quieren arriesgarse a quedarse sin el suyo y por eso reservan con tanta antelación”, explica, Gómez, del camping de Baiona.

En el caso de Ons, misma realidad. “Cada vez apreciamos sobre todo un tirón del turismo más familiar, aunque también es habitual que acudan muchas parejas”, confiesan desde el renovado camping de las islas, con cerca de 200 puestos.

Estos establecimientos y la hotelería y hospedaje en general se aferran a los meses estivales después de unas vacaciones de Semana Santa pasadas, literalmente, por agua. Y es que la ocupación en estas fechas rozó el 60% motivado por una borrasca que tiño el cielo de gris y los planes de muchos turistas. “Nosotros abrimos pero ya nos dimos cuenta que no iba a ser una buena época. Aprovechamos las reservas que teníamos pero las de última hora, que suelen ser el grueso, no las hubo por culpa del tiempo”, concluye Pedro Gómez, del camping de Baiona.

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