Psiquiatras del Cunqueiro valoran si el autor de la muerte de su hermana es imputable

Los forenses del Imelga concluyeron que Juan D.E. no estaba capacitado para declarar ante el juez por su trastorno mental | La víctima recibió varias cuchilladas de forma sorpresiva

Vista exterior de la casa en la que fue asesinada Maria del Carmen D.

Vista exterior de la casa en la que fue asesinada Maria del Carmen D.

La “disminución de sus capacidades psicofísicas” motivada por el trastorno mental que padece desde hace años fue la causa por la que los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia –Imelga– concluyeron que Juan D.E., de 63 años, detenido este pasado miércoles por la muerte a cuchilladas de su hermana Mari Carmen, de 71, en su casa del barrio de Lavadores, no estaba capacitado para prestar declaración ante el juez por estos hechos. Tras ser derivado al servicio de Salud Mental del Hospital Álvaro Cunqueiro, serán los psiquiatras los que deben determinar ahora su imputabilidad, es decir, si tiene capacidad penal para responder por sus actos, y si estaba recibiendo el tratamiento adecuado.

El sexagenario fue trasladado a primera hora de la mañana a la Ciudad de la Justicia desde la Comisaría de la Policía Nacional donde permanecía desde su detención para someterse, a petición del juez del Juzgado de Instrucción nº 2 de Vigo que dirige la investigación, para someterse a un primer examen forense. Y es que las pesquisas iniciales apuntan a que Juan D.E. podría haber sufrido un brote psicótico provocado por la esquizofrenia que sufría desde hace años, previsiblemente a causa del prolongado consumo de drogas. Sus familiares habían advertido días antes del crimen una descompensación en el varón por la falta de adherencia al tratamiento, situación que la propia víctima llegó a trasladar a una de las cuidadoras de la Funga, entidad pública dependiente de la Xunta, que lo atendía en su domicilio.

La víctima Mari Carmen D.E.

La víctima Mari Carmen D.E. / Cedida

Ampliación de la detención

Tras recibir el informe de los médicos forenses en el que después de examinar al detenido, aconsejaban su remisión al hospital Álvaro Cunqueiro para su valoración, el juez prorrogó la detención de Juan D.E. durante 72 horas más –el plazo máximo legal se cumple mañana en torno a las 13.00 horas– decretando su traslado a la unidad de psiquiatría como un ingreso involuntario. Mientras perdure esta situación permanecerá custodiado por agentes de la Policía.

Familiares y allegados de la víctima.

Familiares y allegados de la víctima. / Marta G. Brea

"Callado" y "pausado"

Desde que fue detenido hasta el momento actual, fuentes próximas al caso precisaron que el sexagenario no se ha pronunciado acerca del crimen. Es más, desde su traslado a las dependencias policiales se ha mantenido “callado” y “pausado”. Tan solo a la llegada de los agentes al domicilio donde se produjo el crimen, Juan D.E., que se encontraba bajo una manta en su cama, les verbalizó que llevaba “cuatro días durmiendo” y que no recordaba nada. Estaba desnudo y tenía manchas de sangre en los pies y también algunos restos en la pierna y en el pecho.

La víctima, Mari Carmen D.E.

La víctima, Mari Carmen D.E. / Cedida

También llamó la atención del personal que lo asistió su aspecto físico. Estas mismas fuentes precisan que independientemente de su condición mental, se percibió en él un “deterioro físico palpable”.

La autopsia preliminar sostiene que la septuagenaria sufrió un ataque sorpresivo ya que prácticamente no se hallaron heridas defensivas en el cuerpo de la víctima. Por el momento se desconoce si se produjo una discusión previa al crimen o si la agresión fue de forma inmediata a la llegada de Mari Carmen a la vivienda, ya que el cuerpo de la mujer fue hallado cerca de la puerta, en el pasillo y portaba el bolso que la acompañaba

Pruebas de ADN

La Policía Nacional, tras personarse en el domicilio tras el requerimiento de un familiar, halló a Juan D.E. en el interior de la cama de su habitación, y procedió a su detención. Del escenario del crimen se llevaron varios objetos y cuchillos, entre ellos el posible arma del crimen, que está siendo ahora objeto de análisis de ADN. Una de estas armas fue hallada en la mesita de noche de la habitación del sexagenario. Se trata de un cuchillo de grandes dimensiones con una pequeña mancha en el filo.

Junto al cuerpo de la víctima se halló también una silla semicaída con restos de sangre, una gran mancha en la zona de acceso al salón y también en la nevera que se encontraba próxima al cadáver.

Incineración

Hoy tuvo lugar la incineración de los restos mortales de Mari Carmen D.E., el alma de una extensa familia de Lavadores y muy querida en el barrio. La propia mujer aconsejó a la cuidadora tan solo dos días antes del crimen que no acudiese a casa de Juan por encontrarse este descompensado al no haber tomado, supuestamente, su medicación. Ese mismo día, también llamó a la Funga para pedir ayuda, preocupada por su comportamiento. Mari Carmen era la hermana mayor del detenido, la familiar que se encargaba de estar pendiente de él, de llevarle comida y de administrarle el dinero.

Cinco atracos a bancos en la época de bonanza de la droga

La situación mental de Juan D.E. fue determinante ayer para que se aplazase su declaración ante el juez que instruye el caso del crimen de su hermana. Pero no ha sido siempre así. Independientemente de la carga o predisposición genética, su dependencia al consumo de drogas, señalaron sus familiares, está detrás de la esquizofrenia y patologías que padecía desde hace años.

La de hoy no era la primera vez que se enfrentaría a un paso a disposición judicial. Y es que como consta en la hemeroteca de este periódico, Juan D.E. fue detenido el 5 noviembre de 1979 por los atracos en hasta cinco sucursales de la CAV (antigua Caja de Ahorros de Vigo) en Candeán, Beade, Valladares y Vía Norte. Según la noticia de la época, se llevaron más de 2 millones de pesetas de botín. La Guardia Civil tuvo un enfrentamiento con Juan y otro de los cómplices del atraco cuando procedió a su detención. Tan solo tenía 18 años cuando perpetró estos atracos, por lo que buena parte de su juventud la pasó entre rejas, donde pudo iniciarse en el consumo de drogas, dependencia que continuó hasta la actualidad, según indicaron sus familiares.