El centenario celeste se festeja hasta en Japón

Abel Álvarez, celtista hasta la médula y profesor universitario de español en Osaka, recurre al fútbol para despertar el interés por la lengua y la cultura

El profesor Abel Álvarez con sus alumnos del Seminario de Estudios Hispánicos, en el acto de graduación del pasado viernes.

El profesor Abel Álvarez con sus alumnos del Seminario de Estudios Hispánicos, en el acto de graduación del pasado viernes. / Cedida

Sandra Penelas

Sandra Penelas

Más de dos décadas en Japón no han diluido ni un ápice su pasión celtista. Así que el nigranés Abel Álvarez Pereira, profesor de español en St. Andrew’s University (Momoyama Gakuin), en Osaka, ha querido sumarse al centenario celeste explicando a los nipones que el fútbol desembarcó en España a través del puerto de Vigo y que el equipo fundado por los ingenieros británicos del cable, el Exiles FC, disputó el primer partido de nuestra historia balompédica allá por el año 1876.

“Muchos de mis estudiantes vienen a clase porque siguen la Liga española y, cuando llegan, me preguntan de qué equipo soy esperando que les diga del Real Madrid o del Barça y se sorprenden de que sea del Celta. Quería hacer mi pequeño homenaje en el centenario desde aquí y aportar mi pequeñísimo grano de arena para poner a Vigo en el mapa. Por eso escribí un artículo para explicar cómo empezó realmente el fútbol en España. Es una especie de puzzle que elaboré con recortes de prensa que me traje de mis viajes a Galicia y otras informaciones disponibles en internet sobre la investigación de José Ramón Cabanelas, el mayor historiador sobre este tema”, destaca.

“Todo el mundo sabe que el fútbol nació en Inglaterra, pero poca gente conoce cómo empezó en España, que tiene una liga muy fuerte. Como bien dice Cabanelas, le corresponde a la historia poner a Vigo en el lugar que se merece. Siempre se habla de que el Recreativo de Huelva es el decano de los equipos españoles, lo cual es cierto, pero el Exiles FC se fundó antes. Y fuera de Galicia apenas se conoce esto. Deberíamos darle más peso al papel que tuvo la ciudad y para mí es reconfortante escribir sobre el Celta y sobre mi tierra e insistir en ello”, reivindica.

Abel, con sus alumnos, que muestran el libro-diploma de graduación, durante el acto del viernes en St Andrew's University.

Abel, con sus alumnos, que muestran el libro-diploma de graduación, durante el acto del viernes en St Andrew's University. / Cedida

El texto está escrito en español y Abel también lo utiliza en sus clases: “Preparo material sobre literatura, cultura, música o gastronomía y el fútbol es una herramienta más para que los alumnos tengan interés por aprender el idioma. Nos guste o no, es parte de nuestra cultura. Por algo es el deporte rey. Y no solo mis alumnos están interesados en él, cada vez son más chicas también”.

La mayoría de sus estudiantes son alumnos de la Facultad de Estudios Internacionales, que tienen el inglés como primera lengua extranjera y, como segunda opción, pueden elegir entre español, italiano, francés, alemán, chino y coreano. Abel es el coordinador de las clases de Español y Cultura Europea, además de dirigir el Seminario de Estudios Hispánicos.

Después de dos años de estudio, los alumnos de este programa deben presentar una tesis de graduación. “Y son muchos los que dedican sus trabajos al fútbol y hablan de la liga española o de las latinoamericanas. Brasil y Argentina son bastante recurrentes”, revela.

Abel, que se levanta de madrugada para ver los partidos de los celestes, ya ha conseguido ganar algún que otro aficionado para el club de sus amores –”Tengo dotes de convicción”, bromea–, aunque últimamente el equipo que más triunfa entre sus alumnos es la Real Sociedad. “Tiene un jugador japonés, Take Kubo, que es bilingüe porque llegó a España de niño y les sorprende lo bien que habla. Y ellos quieren hacerlo como él y también entender a los comentaristas de los partidos de la liga”, comenta.

Detalle del libro de graduación de este año, con las siglas ASPAS.

Detalle del libro de graduación de este año, con las siglas ASPAS. / Cedida

Abel incluso hace un guiño al futbolista más emblemático del Celta en los libros que entrega a los alumnos del Seminario el día de la graduación –la de la última promoción fue este viernes– y que contienen sus tesis. “En la portada aparece la palabra ASPAS, que también son las siglas de Academic Studies of Portuguese and Spanish. Y además el símbolo de la universidad son dos aspas, la cruz de San Andrés. El ejemplar de este año era amarillo pero el primero fue azul celeste”, descubre entre risas.

El interés de los japoneses por el fútbol español es, sin duda, un recurso más para atraer estudiantes, ya que nuestro idioma ha perdido cierto tirón debido al boom de la cultura coreana que se deja sentir en todo el planeta. “Hasta hace 4 o 5 años, el español se mantenía como tercera opción, por detrás del chino y el coreano. Pero el K-Pop y la K-Culture están muy muy de moda y todo el mundo quiere estudiar coreano. Eso está afectando al resto de idiomas y además está habiendo recortes porque Japón tiene un problema muy serio de tasa de natalidad muy baja y hay menos estudiantes. Así que todos luchamos por lograr su interés”, comenta.

Su universidad se encuentra en Osaka, la tercera ciudad de Japón, y Abel subraya las posibilidades que ofrece toda la región de Kansai: “El gran boom del español, el flamenco y Gaudí fue en los 80 y los 90. La llegada el Instituto Cervantes a Tokio en 2007 ayudó muchísimo. Pero siempre he reivindicado que debería tener una sucursal en Kansai, porque está muy poblada y el potencial es enorme”.

Abel y su mujer, Yumie Hirai,
en un partido en Balaídos.

Abel y su mujer, Yumie Hirai, en un partido en Balaídos. / Cedida

Mientras tanto, el nigranés no pierde la oportunidad de ejercer de embajador de la lengua y la cultura españolas. Además de ejercer como docente en St. Andre’s University, hace años fundó con varios socios la editorial Paper Boat Books, centrada en elaborar materiales “frescos y actuales” para el aprendizaje de nuestro idioma ante la ausencia en el mercado de manuales de conversación útiles y atractivos para los estudiantes japoneses.

“Cuando yo empecé a utilizar vídeos de animación en clase todavía éramos pocos los que lo hacíamos. Y hoy en día, con una inteligencia artificial que nos adelanta por todas partes, hay que ponerse al día con los métodos de enseñanza”, reflexiona.

Abel, que confiesa mantener una relación “de amor-odio” con Japón, ha solicitado un año sabático y en abril se trasladará a Galicia con su mujer Yumie, otra celtista con la que podrá disfrutar durante un tiempo de más partidos en Marcador y, confía, también de una etapa más exitosa: “Giráldez estaba haciendo un trabajo muy potente con el Celta B y lo va a hacer muy bien”. Por ahora, ha acertado.

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