Un abogado vigués participa en la Chatarras Raid, una desenfadada y solidaria carrera por Marruecos

Más de 200 vehículos compiten entre Tánger y Marrakech: “Me pareció una iniciativa interesante por su filosofía y carácter solidario”

Carlos Pérez y Javier Louzao, ayer ante su vehículo en El Hajeb (Marruecos).

Carlos Pérez y Javier Louzao, ayer ante su vehículo en El Hajeb (Marruecos). / Cedida

Marta Fontán

Marta Fontán

La Chatarras Raid es una peculiar, desenfadada y solidaria carrera que tiene al clima desértico como protagonista y que dura seis días, y otras tantas etapas, recorriendo 3.000 kilómetros entre Tánger y Marrakech con vehículos que deben tener más de 15 años de antigüedad. Toda una aventura que empezó ayer para concluir este próximo viernes y que en esta edición cuenta con la participación de más de 200 coches y todoterrenos de lo más variopinto. Con dos categorías, la de Dominguer@s y Tronaos, entre los participantes se encuentra un abogado vigués, Carlos Pérez Parga, que se ha embarcado en esta divertida experiencia con su amigo Javier Louzao Garrido, un comercial natural de Vigo y vecino de Ourense. Juntos han tuneado un viejo Seat para competir en una carrera que reúne a participantes de distintos puntos de España.

El vehículo en el que compiten el abogado de Vigo y su amigo.

El viejo Seat en el que compiten el abogado de Vigo y su amigo. / Cedida

Castellar de la Frontera, en Cádiz, fue el sábado el punto de encuentro y ayer domingo embarcaron desde el puerto de Algeciras para iniciar este peculiar “raid”. “Desde mi despacho siempre colaboro con asociaciones vecinales, comunidades de montes... y esta carrera me pareció interesante por su filosofía y carácter solidario”, afirma Carlos Pérez. Cada participante debe donar 10 kilos de comida, que ya entregaron en España, y otros 10 kilos de material escolar y juguetes para niños de Marruecos. El respeto al medio ambiente, la solidaridad entre participantes y el espíritu festivo forman parte del “código ético” de una carrera en la que los vehículos surcarán las dunas del desierto de Merzouga o subirán a la carretera más alta del norte de África.