Los casos de endometriosis llegan antes al hospital por una mayor visibilización

Permite iniciar antes las terapias para estabilizarla y evitar las cirugías, que pueden ser agresivas | Profesionales y la asociación Querendo piden más investigación para una cura

Desde la izq., las doctoras María Vieitez, Vanesa García y Laura Nieto, de la unidad del Chuvi.

Desde la izq., las doctoras María Vieitez, Vanesa García y Laura Nieto, de la unidad del Chuvi. / ALBA VILLAR

Hasta hace muy poco, era una enfermedad invisible. “Partimos de la idea tradicional de que la regla duele, que no hay ningún problema por esto. A mamá le dolía, a la abuela le dolía... Es normal, no pasa nada”, explica la ginecóloga María Vieitez. Pero no. Cuando el dolor no cesa con la analgesia habitual, cuando hay molestias en las relaciones sexuales o, incluso, al ir al baño, sí hay un problema. Puede ser endometriosis. Y, aunque no es maligna, sí condiciona mucho la calidad de vida. Atenderla en fases precoces marca una importante diferencia. Esto es cada vez más habitual en el Álvaro Cunqueiro gracias al trabajo de profesionales y asociaciones de pacientes por darla a conocer.

En la endometriosis, el tejido que normalmente recubre el interior del útero, crece fuera de él. Afecta a una de cada diez mujeres en edad fértil –de los 15 a los 50 años aproximadamente–, según apuntan las estadísticas. Aunque no todas tienen síntomas. Algunas lo descubren cuando quieren tener hijos, porque hasta el 40% de las que lo padecen tienen problemas para concebir.

“Afortunadamente, gracias a que se ha hecho más visible, a que se han creado asociaciones de pacientes [cita a Querendo], a que la información llega más, por ejemplo, por redes sociales y que también los médicos de Atención Primaria están más alerta a los síntomas, cada vez llegan pacientes más tempranamente a la consulta”, explica la responsable de la unidad de endometriosis del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), la doctora Vieitez.

Tratamientos

Se está detectando antes y eso resulta clave para el pronóstico. “Cuanto antes, menos fibrosis habrá, menos lesiones habrá y podremos poner un tratamiento no para curarla, porque de momento no hay ninguna efectiva, pero sí para estabilizarla y controlar los síntomas, sin que llegue a otros tratamientos más complejos, como el quirúrgico”, detalla.

Las indicaciones de las intervenciones son cada día más restrictivas. Cuenta la doctora Viéitez que antes se operaban todos los quistes que se detectaban. Hoy se reservan las operaciones solo a aquellas pacientes que no son capaces de controlar los síntomas con otros métodos; en sospechas de degeneración maligna o tumor; o en aquellos que no se puede indicar o no aceptan otro tratamiento –es básicamente hormonal– y es esta la única vía.

“Cuando metemos a una paciente en quirófano, sobre todo por una endometriosis profunda, a veces las intervenciones son agresivas porque para que los síntomas desaparezcan hay que extirpar todos los implantes endometriósicos”, señala y detalla que es posible que se necesite quitar el útero, los ovarios o, incluso, fragmentos de intestino o recto.

La del Chuvi fue la primera unidad especializada en endometriosis de Galicia. Surgió en 2010. Hoy no todas las áreas cuentan con una consulta destinada en exclusiva a esta patología, pero la del Cunqueiro es necesaria por el volumen de casos. Ve a alrededor de 32 pacientes a la semana, citadas a lo largo de dos mañanas.

Con el avance en el conocimiento de la enfermedad, cada vez le llegan más pacientes y más jóvenes. Pero otras también salen. Con la menopausia, el 97% de las pacientes mejoran y no requieren un control tan exhaustivo. A otras el tratamiento las ha estabilizado y las pueden remitir a la de Ginecología ordinaria y en otras ha funcionado la operación.

El reto: la investigación

La doctora Viéitez cree que hay que avanzar en investigación porque aún se desconoce el origen de esta enfermedad y tampoco se dispone de un tratamiento curativo. “Es una enfermedad crónica, que les va a acompañar durante muchos años y es frustrante”, sostiene y añade: “No es maligna, pero condiciona mucho su calidad de vida”. Ella cree que se acabará consiguiendo.

Desde la Asociación Querendo también demandan un presupuesto específico en las partidas autonómicas para campañas de visibilización y para que se investigue. “Si no se invierte en investigar, no se avanza”, defienden.

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